SEVILLA, 17 Ago.
2 vecinos y integrantes de la interfaz En defensa del ficus de San Jacinto, Inés M. y Javier R., se subieron este miércoles al ficus propiedad de la parroquia para "parar" lo que califican como un "atentado incomprensible y también inadmisible". "Vamos a estar aquí hasta el momento en que nos echen", apuntan en un vídeo publicado por ellos y en el que defienden que esta acción de queja "pacífica" es "la única forma de reivindicar" que no se tale este ejemplar centenario.
Desde primera hora de la mañana, múltiples decenas y decenas de activistas y vecinos se han concentrado a las puertas del recinto parroquial para reclamar que no se consume la tala del ficus de San Jacinto. Entre los concentrados, Clara Márquez, organizadora del Pacma en Sevilla, explicó en afirmaciones a Europa Press que en la región hay presencia policial, tanto de la Nacional como de la Local.
La interfaz En defensa del ficus de San Jacinto ha publicado un escrito con ocasión de su acción de queja en el que critica que se tale el árbol "sin estimar las ventajas ecológicos y ambientales que este árbol específicamente, en perfectas condiciones, dió y da al vecindario de Triana".
En este sentido, la entidad lamenta que "se le acusa de arriesgado por carecer de los cuidados correctos para su conservación". Igualmente, afea a la iglesia y al Ayuntamiento de Sevilla que no deseen "hacerse cargo a nivel económico de sostener este árbol monumental" y demanda que "se paralice" la tala "hasta tener estudios científicos de expertos del arbolado independientes que completen la informacion antes de tomar la resolución de matarlo".
Este pasado martes 16 de agosto, la compañía contratada por la iglesia de San Jacinto para hacer la tala del ficus centenario situado en el espacio de la parroquia comenzó con las tareas anteriores de poda del árbol, lo que ha obligado a tomar medidas de regulación de tráfico que se sostendrán "lo que duren los trabajos", según confirmaban fuentes municipales.
El párroco de la iglesia de San Jacinto, Javier Rodríguez, ha podido confirmar que "sintiéndolo en el alma, hay que tomar una resolución radical", justificando la tala del ejemplar en que "lo más esencial es la seguridad de la gente y del templo". Los costos derivados de la tala y los trabajos anteriores a exactamente la misma corren al cargo de la parroquia, costos que "serán copiosos" y que van a ser explicados en las próximas semanas por Rodríguez a fin de que "se sepa" cuál es la situación y los "males" que "está ocasionando" el ficus.
El sacerdote ha recordado los reportes propios y municipales que señalan a la "necesidad de talar" el mencionado árbol, documentación que fue trasladada a la Comisión de Patrimonio Histórico de Sevilla a fin de que comprobara de qué forma está afectando el ficus tanto al Bien de Interés Cultural (BIC) que forma la Iglesia de San Jacinto "como a los peatones".
La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, adscrita a la Consejería de Cultura, apostó por que fuesen "expertos" los que fijasen "la llegada" de las medidas a utilizar a este árbol, o sea, quienes las definiesen. Finalmente, y anterior solicitud del apeo por la parte de la parroquia dueña del ficus por estar en sus terrenos, la Gerencia de Urbanismo concedió la licencia de apeo o tala.
La Gerencia examinó, en su instante, tanto la petición de tala como el informe sobre la afección del árbol en la parroquia, tal como el informe de Parques y Jardines en contestación a la petición llevada a cabo por nuestra administración local sobre la "viabilidad" de sostener el ejemplar.
Sobre este último punto, el informe municipal señalaba que "mientras que se tomen medidas de conservación, no sería preciso el apeo", toda vez que esas medidas de conservación recaen en el titular o dueño del BIC, que es nuestra parroquia.