SEVILLA, 11 de diciembre. Una comitiva formada por agricultores y ganaderos de Sevilla, convocada por la organización Asaja, se prepara para manifestarse el lunes 16 de diciembre en contra de la ratificación del tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur. El acto de protesta se llevará a cabo a las puertas del Ministerio de Agricultura, donde expresarán su descontento hacia el ministro, Luis Planas, al que acusan de ser uno de los principales defensores de un acuerdo que consideran desfasado, problemático y desequilibrado. Según advierten, su ratificación tendría consecuencias extremadamente perjudiciales para todo el sector agropecuario del continente europeo.
En un comunicado, Asaja Sevilla ha destacado que industrias clave como la ganadería, particularmente la dedicada al vacuno, el cultivo de arroz, los cítricos, la remolacha y los cereales, que son esenciales para la economía agrícola de la provincia, se verán perjudicadas desde el primer minuto. A su vez, otros sectores como el de la aceituna, así como la ganadería en su conjunto y la producción de frutas y hortalizas, también sufrirán repercusiones en un corto período de tiempo. Este impacto se atribuye a la competitividad de la agricultura de Mercosur, que carece de controles, límites o restricciones adecuadas.
La organización agraria ha enfatizado que este tratado incrementará la ya considerable presión económica que enfrentan muchos agricultores y ganaderos, quienes se encuentran lidiando constantemente con los altos costos de insumos, la proliferación de normativas y restricciones, el enredo burocrático interminable y las adversas condiciones climáticas que afectan sus cultivos.
Asaja Sevilla describe la situación como “sobrecojedora”, señalando que los países del Mercosur no cumplen con las exigencias de producción impuestas a los agricultores de la Unión Europea. Esto incluye normas relativas a fitosanitarios, bienestar animal, estrictas regulaciones de seguridad alimentaria y prácticas sostenibles. Además, resaltan que en los países de Mercosur rigen normas laborales y de seguridad más flexibles, lo cual les permite producir a un costo inferior, generando así una competencia desleal con los productores europeos.
Desde Asaja han criticado que la Comisión Europea actúa de manera contradictoria al posicionar este acuerdo. Han señalado que, mientras la anterior legislatura impuso un estrangulamiento a los productores europeos con más restricciones y normas, la actual administración apenas inicia su segundo mandato y ya otorga prioridad a este acuerdo, que para muchos es injusto.
El capítulo agrícola del acuerdo ha sido calificado como “significativamente desequilibrado”, ya que afecta negativamente a sectores muy sensibles que son igualmente vulnerables a las perturbaciones del mercado. Además, se ha colocado en evidencia que este tratante tendría un impacto comercial adverso que aumentaría el daño que ya se observa con acuerdos anteriores tanto firmados como los que están en negociación.
Asaja Sevilla ha dejado claro que existe un claro riesgo de saturación del mercado y pérdida de ingresos, con la inminente llegada de productos a bajo costo procedentes de los países de Mercosur. Esto pone en peligro la viabilidad económica de numerosas pequeñas y medianas explotaciones agrícolas en la UE y plantea interrogantes sobre el sustento del modelo de producción actual.
Las prácticas agrícolas prevalentes en los países del Mercosur son también objeto de críticas, dado que se relacionan con un alarmante aumento de la deforestación, lo que pone en entredicho los esfuerzos globales en materia medioambiental, desde la perspectiva de Asaja.
A pesar de la controversia, el acuerdo aún no ha recibido la aprobación definitiva, ya que debe ser ratificado por el Consejo de Ministros de la Unión Europea, el Parlamento Europeo y posiblemente, también por los Parlamentos nacionales de cada Estado miembro. En consecuencia, Asaja Sevilla se ha declarado decidida a ser “especialmente beligerante” en los meses venideros, considerados críticos para impedir que este acuerdo se convierta en una realidad.
Finalmente, han expresado que cualquier avance en la apertura comercial que no aborde adecuadamente las discrepancias en las normas de producción y la necesidad de condiciones equitativas con Mercosur enviaría un mensaje negativo a los agricultores y ganaderos de España y Europa. Esto socavaría la ya frágil confianza que se ha construido tras las tractoradas de principios de año, y dejaría en evidencia a una clase política que, según ellos, lleva demasiado tiempo utilizando la agricultura como mera moneda de cambio en sus transacciones comerciales.
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