El Consejo de Gobierno de Andalucía ha aprobado una declaración institucional en la que brinda su apoyo al sector agrícola de los frutos rojos en la provincia de Huelva. Todo esto a causa de una campaña alemana de boicot que incluso ha obtenido el respaldo del Gobierno nacional. En la declaración, se dice que Andalucía se preocupa por los intereses de los agricultores, trabajadores y empresas del campo.
Además, la Junta de Andalucía planea establecer contactos directos con las principales cadenas de distribución alemanas para informarles sobre los esfuerzos en materia de sostenibilidad por parte de los agricultores onubenses. Estos esfuerzos incluyen la implementación del cultivo ecológico y la aplicación del Big Data y la inteligencia artificial para reducir la huella hídrica. La Junta de Andalucía no tolerará ningún intento de desprestigiar al sector agrícola onubense y está dispuesta a defenderlo.
El Gobierno de España no ha respaldado al sector agrícola frente a estas operaciones de difamación, lo que ha puesto en riesgo un sector productivo sostenible económico, social y medioambiental cuya aportación es muy destacada en la balanza comercial de España. La Junta de Andalucía exige al Gobierno central que asuma su responsabilidad y defienda los intereses del sector agrícola.
La Junta de Andalucía solicita que el Gobierno de España se dirija sin ambages al Gobierno alemán tras la campaña insidiosa y dañina contra un sector productivo sostenible. Este sector está llamado a ser un eje fundamental en la mejora de las garantías de la seguridad alimentaria dado que cada año se producen más de 270.000 toneladas de fresas en las más de 6.300 hectáreas existentes en la provincia onubense, con exportaciones que en la última campaña lograron un valor de 1.392 millones de euros.
El portavoz del Gobierno andaluz y consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández-Pacheco, ha afirmado que la visita de una delegación de parlamentarios alemanes al parque nacional de Doñana se enmarcaba en la “normalidad” y se trataba de conocer las políticas de lucha contra el cambio climático que desarrolla la Junta, así como las relativas al uso racional del agua y las relaciones con la agricultura. El Gobierno central ha querido utilizar esta visita para hacer “política partidista en el marco de las elecciones generales” del 23 de julio y ha pretendido trasladar que la delegación alemana venía a “fiscalizar” a la Junta, en un intento claro de atacar a Andalucía y su sector agrícola.