SEVILLA, 17 de diciembre. - La consejera de Salud y Consumo, Rocío Hernández, ha anunciado este martes una iniciativa crucial para reforzar la vigilancia entomológica en toda Andalucía frente al Virus del Nilo Occidental. En el marco de la inauguración de la Jornada sobre este virus, organizada por el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Infecciosas (Ciberinfec) junto a la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, Hernández enfatizó que este hito permitirá obtener información más precisa y actualizada sobre la densidad de mosquitos y la circulación del virus.
Durante la apertura de este encuentro, que estudió el fenómeno de la Fiebre del Nilo Occidental desde el enfoque de ‘Una Salud’ (One Health), la consejera recalcó que se trata de una enfermedad cuya proliferación está relacionada con múltiples factores, por lo que demanda un enfoque integrador. En este sentido, valoró el esfuerzo colectivo de su departamento junto a otros como Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, y Sostenibilidad y Medio Ambiente.
Frente a los retos que presentó la temporada pasada, no solo en Andalucía sino en diversas regiones globales, la Consejería de Salud y Consumo ha intensificado su labor en cuanto a vigilancia vectorial, y atención a los afectados por la enfermedad. “Esta temporada se ha requerido un esfuerzo considerable, tanto en el control de la enfermedad como en la cooperación entre distintas administraciones; y este esfuerzo solo se incrementará”, aseguró Hernández.
Con la vista en el año 2025, desde la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica ya se han llevado a cabo reuniones bilaterales con los interesados, con el objetivo de mejorar el programa de vigilancia y control. Las principales novedades, que se espera implementar a finales de enero, incluirán nuevos criterios para clasificar el riesgo en los municipios, así como un refuerzo para las comarcas que requieren un seguimiento más exhaustivo y recomendaciones concretas para los Planes de Control municipales.
“Todo lo anterior nos permitirá enfrentar la temporada de 2025 con más herramientas para mitigar el impacto de la Fiebre del Nilo Occidental en la población andaluza. Sin embargo, no se detendrán nuestros esfuerzos de promoción y coordinación; pues juntos, podemos lograr los mejores resultados”, afirmó la consejera. Además, hizo hincapié en que es esencial la colaboración entre todas las administraciones y la activa participación de los ciudadanos, quienes pueden contribuir a su propia autoprotección.
Finalmente, Hernández subrayó la importancia de contar con la mejor evidencia científica y de transferir estos avances a los organismos de gestión, que es precisamente el objetivo de esta jornada de trabajo.
Desde el brote de virus que se registró en 2020, las acciones de vigilancia se integran dentro del Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores Transmisores de Fiebre del Nilo Occidental a partir de 2021.
Uno de los pilares de este programa es el sistema de vigilancia a través de trampeo. Desde 2022, se lleva a cabo un seguimiento anual de las poblaciones de mosquitos mediante trampas ubicadas en puntos estratégicos. Este método permite conocer las distintas especies presentes en cada área, su densidad poblacional y, más concretamente, si el virus existe en las especies transmisoras, anticipándose así a la incidencia del mosquito en las diversas poblaciones.
El sistema de información gestionado por la Consejería de Salud y Consumo integra no solo el análisis de los resultados del trampeo, sino también datos provenientes de la Estación Biológica de Doñana del CSIC y del servicio de control de mosquitos de la Diputación Provincial de Huelva. Esto establece una red amplia de toma de muestras que permite obtener datos en plazos cortos.
Un componente importante del programa de vigilancia es la publicación de un mapa de riesgos. A través de este mapa, las consejerías implicadas y los municipios pueden conocer su situación epidemiológica respecto a la fiebre del Nilo Occidental al inicio de cada temporada, lo que facilita el diseño de medidas preventivas y de tratamiento, tanto en animales como en humanos.
En abril de 2024, se aprobó el I Plan Estratégico Andaluz para la Vigilancia y Control de Vectores Artrópodos con Incidencia en Salud, que desarrollará programas específicos no solo para la Fiebre del Nilo Occidental, sino también para otras enfermedades transmitidas por vectores artrópodos, como el dengue, Zika o leishmaniosis, posicionando a Andalucía de manera proactiva frente a estas emergencias sanitarias.
Además, se lleva a cabo asistencia técnica especializada para guiar las labores de prevención y control emprendidas por las administraciones locales, así como la coordinación y seguimiento de las medidas implementadas en los municipios afectados.
En términos de atención médica y organización sanitaria, los protocolos de actuación se actualizan continuamente para abordar adecuadamente los síntomas que puedan presentar los pacientes, tanto en atención primaria como en hospitales.
Por último, desde la Consejería de Salud y Consumo, se ejecutan programas de sensibilización periódicos dirigidos a la ciudadanía. Es fundamental que, una vez confirmado el riesgo de transmisión en áreas específicas, los ciudadanos sean informados sobre las medidas preventivas a adoptar y las recomendaciones pertinentes que deben seguir.
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