SEVILLA, 4 de noviembre.

En una reciente comparecencia ante los medios, Antonio Sanz, consejero de la Presidencia e Interior de la Junta de Andalucía, ha recalado en la crucial necesidad de que los ciudadanos se conciencien, sensibilicen y ejerzan responsabilidad en relación con las alertas emitidas por fuentes oficiales, en especial el sistema de emergencias 112. El consejero ha subrayado que estas alertas son esenciales para informar adecuadamente a la población sobre situaciones de riesgo y ha abogado por un uso prudente y basado en un análisis exhaustivo de las condiciones por parte de expertos, con el fin de que las alertas activadas en los teléfonos móviles no sean solo un simple aviso meteorológico de nivel rojo.

Durante su intervención, Sanz hizo estas declaraciones tras participar en una reunión de coordinación en Sevilla, encabezada por el presidente de la Junta, Juanma Moreno. El objetivo de esta reunión era evaluar el impacto de la última Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que afectó a Andalucía. El consejero hizo hincapié en la necesidad de reforzar los mecanismos de autoprotección y de informar a la ciudadanía para que tomen conciencia de los peligros y riesgos que deben afrontar.

Para abordar esta cuestión, el consejero anunció que la Junta intensificará sus esfuerzos en la implementación de planes de autoprotección y de comunicación con los ciudadanos sobre las severas consecuencias que pueden derivarse de una alerta o de la activación del Plan de Emergencia en Andalucía.

En respuesta a las preguntas de los periodistas sobre el uso del sistema de alertas masivas 'EsAlert', activado por la Junta por primera vez la semana pasada en Andalucía debido a un aviso de nivel rojo por lluvias intensas en la campiña gaditana, Sanz aclaró que las decisiones sobre este sistema son tomadas por especialistas y no se limitan a un único ámbito de actuación.

El consejero explicó que el contexto en que se activa una alerta de nivel rojo es determinante. Por ejemplo, no es lo mismo una activación durante un día ajetreado, con muchas personas en la calle, que en una jornada más tranquila. Asimismo, la ubicación geográfica y las condiciones climáticas, como las fases de pleamar o bajamar, también juegan un papel relevante en la decisión de enviar alertas.

Defendiendo el papel de las administraciones, Antonio Sanz señaló que su objetivo es prevenir situaciones adversas; un sistema de alertas puede considerarse exitoso cuando se emite una alerta y no ocurre nada. Sin embargo, insistió en que la activación del sistema debe basarse en criterios rigurosos y en diversos factores de riesgo ya estudiados por los expertos.

En relación con posibles controversias sobre la activación del sistema de alertas, Sanz pidió que se basen en datos y análisis objetivos. Destacó que no todas las alertas rojas implican necesariamente una activación del aviso, de lo contrario, el sistema perdería su efectividad y credibilidad.

El consejero también enfatizó que, aunque se emita una "alerta roja" meteorológica, deben darse condiciones adicionales que justifiquen una categorización de riesgo extremo para la población, lo que depende de la localización y las circunstancias específicas de los ciudadanos. Por lo tanto, los criterios para activar el sistema de alertas son variados y complejos.

Asimismo, Sanz subrayó que para garantizar la efectividad de esta herramienta, su uso debe ser limitado, apuntando que Andalucía ha mejorado el sistema 'EsAlert' incorporando un enlace web que permite a los destinatarios de la alerta acceder a información detallada sobre el riesgo real y los consejos a seguir en esas circunstancias.

El consejero aclaró que el ámbito de aplicación de este sistema de alertas se restringe a zonas específicas donde el factor de riesgo se ha determinado en el contexto de la DANA. Además, enfatizó la importancia de la concienciación y sensibilización ciudadana, resaltando que todas las administraciones deben colaborar y poner especial énfasis en esta tarea. La responsabilidad, como afirmó Sanz, no recae únicamente en las administraciones, sino que también es compartida por los ciudadanos ante cualquier advertencia que reciban.