ATA celebra la apertura de nuevos permisos laborales, pero alerta sobre el incremento del absentismo.
SEVILLA, 16 de agosto. Lorenzo Amor, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), ha expresado su satisfacción por la reciente aprobación de nuevos permisos por nacimiento y cuidados, contemplados en el Real Decreto-ley 9/2025, que amplía a 17 semanas la baja por nacimiento y ofrece dos semanas adicionales retribuidas para el permiso parental, incluidos también los autónomos. Sin embargo, no ha escatimado en críticas hacia el creciente problema del absentismo laboral, al calificarlo de "preocupante".
En una entrevista con Europa Press, Amor, que además ejerce como vicepresidente de la CEOE, ha subrayado que estos progresos en las políticas de conciliación vienen a corregir la percepción de que las medidas anteriores excluían a los autónomos de las consideraciones laborales. "Esto es un avance significativo", ha afirmado con firmeza.
Sin embargo, el presidente de ATA no ha dejado de señalar que estas reformas deberían haberse llevado a cabo de una manera más consultiva, resaltando que, a pesar de ser dictadas por una directiva europea, se implementaron con celeridad sin un adecuado diálogo social. "Lamentamos que se adopten decisiones sin la participación de sindicatos y organizaciones empresariales", añadió.
Amor también ha criticado la disparidad en la protección social que reciben los autónomos, calificándola de "anomalía". Mencionó el caso de un autónomo de 52 años que ha agotado su prestación por cese de actividad y no cuenta con los mismos derechos que un trabajador asalariado, que sí dispone de subsidios específicos para mayores de esa edad.
En este sentido, el presidente de ATA ha expresado su firme convicción de que hasta que no se equiparen las prestaciones para los autónomos al nivel de los asalariados, no se deberían aumentar las cuotas que estos últimos deben pagar.
Por otro lado, ha alertado sobre el alarmante fenómeno del absentismo laboral, señalando que más de un millón de trabajadores faltan a diario a sus empleos. A pesar de ello, se mostró escéptico respecto a la idea de que la salud de la población haya empeorado un 70% en apenas cinco años, sugiriendo que esto no refleja la realidad y que contribuye a un aumento en las bajas laborales, lo que a su vez representa un desafío tanto para las empresas, que deben asumir el coste de las ausencias, como para el Estado, debido al incremento en los pagos por incapacidad temporal.
Amor enfatizó la necesidad de mejorar los servicios médicos y de establecer controles más rigurosos para evitar las "bajas fraudulentas". A pesar de estar de acuerdo en vigilar el abuso de horas extra, enfatizó que también deberían implementarse medidas para controlar las ausencias injustificadas.
Además, destacó la preocupante discrepancia en los índices de absentismo entre diferentes grupos de edad, señalando que los jóvenes menores de 30 años tienen tasas de baja laboral que son prácticamente el triple en comparación con las de los mayores de 55 años. "No tiene sentido", aseveró, instando a la colaboración para abordar esta problemática que afecta tanto a la economía de las empresas como a la del Estado. “El absentismo incrementa la carga de trabajo sobre los compañeros que deben cubrir las responsabilidades de los ausentes”, concluyó.
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