GRANADA, 17 Sep. - Las fiscales Antidroga de Andalucía han expresado su preocupación por la falta de recursos con los que deben lidiar al enfrentarse a los casos de tráfico de drogas de gran envergadura, así como por la incapacidad del sistema procesal para llevar adelante los procedimientos más complejos contra las organizaciones criminales que llevan años pendientes en los tribunales de Andalucía, algunos desde 2007. Además, señalan una carencia de recursos policiales que atribuyen a la disminución en las confiscaciones registradas en el último año en esta comunidad.
La fiscal superior de Andalucía, Ana Tárrago, ha destacado en el informe anual de esta entidad, consultado por Europa Press, la gravedad del problema del narcotráfico en las costas andaluzas y la "desigual batalla" que se está librando contra las organizaciones criminales debido a la falta de recursos. Lamenta que en Almería y Granada no se haya logrado crear una sección especializada en Antidroga, y en el resto de las provincias consideran insuficientes los fiscales asignados.
El hachís sigue siendo la droga principal objeto de tráfico en la comunidad, aunque en el último año se ha producido una disminución drástica en las confiscaciones, con casi 21.000 kilos menos, así como en el número de detenciones (casi mil menos), embarcaciones (la mitad) y vehículos utilizados por estas bandas.
La Fiscalía andaluza, aunque reconoce que el Ministerio del Interior puede ofrecer una explicación, no entiende las razones detrás de esta disminución en tan poco tiempo, ya que la presión policial en la costa andaluza lleva en marcha desde 2018 y nunca antes se había registrado una disminución tan significativa en el transporte de drogas en tan poco tiempo. Ana Tárrago reflexiona sobre la posible influencia en esta disminución del cese de la actividad del grupo OCON Sur de la Guardia Civil en la segunda mitad de 2022.
La Fiscalía ha constatado el aumento de las actividades delictivas en el territorio del río Guadalquivir en su desembocadura en Sanlúcar de Barrameda y la zona costera aledaña en Huelva, donde se han avistado numerosas embarcaciones de alta velocidad que no se han podido interceptar debido a la falta de recursos suficientes.
Se avistaron un total de 548 embarcaciones, de las cuales sólo se pudieron confiscar 24 con estupefacientes, 182 sin datos, 102 cargadas con estupefacientes, 126 vacías y 138 cargadas con petacas de gasolina. La mayoría de estas embarcaciones se avistaron en la zona de Cádiz-Huelva (140), seguido de la zona de Almería-Motril (127), Barbate-Cádiz (30), el río Guadalquivir (5) y unas 38 en la zona de Málaga-Algeciras-Barbate.
"Esto demuestra la gravedad del problema del narcotráfico en nuestras costas y la desigual batalla en la que nos encontramos. Nos cuesta concluir que la disminución de las confiscaciones se deba a la disminución de la actividad de las organizaciones criminales que operan en la zona", sentencia Ana Tárrago.
En cuanto a los cultivos de marihuana, todos los fiscales delegados alertan sobre la magnitud del problema y el grave impacto en la seguridad ciudadana, especialmente debido a los delitos conexos como la ocupación ilegal de inmuebles y el fraude eléctrico, que resulta en el corte del suministro eléctrico en barrios enteros. Además, en las operaciones policiales son frecuentes las confiscaciones no sólo de droga, sino también de importantes sumas de dinero, vehículos y armas de fuego cada vez más potentes.
En cuanto a la cocaína, sigue siendo la principal vía de entrada a través del Muelle de Contenedores de Algeciras, donde se han confiscado 8.840 kilos, un aumento del 78,4% con respecto al periodo anterior. Por otro lado, en la Costa del Sol hay cabecillas de organizaciones criminales que desde allí controlan la adquisición de droga y su transporte a Europa, y mantienen una estrecha colaboración con organizaciones del Campo de Gibraltar en el tráfico de hachís debido a su proximidad geográfica.
La Fiscalía destaca la sofisticación de estas organizaciones en sus medios para evadir ser detectados, como el uso de inhibidores, localizadores de balizas, visores nocturnos y sistemas de comunicación encriptados. Por tanto, hace un llamado a dotar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad con más recursos para combatir estas organizaciones.