La Cámara de Cuentas de Andalucía ha dirigido este jueves una serie de recomendaciones a la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo y al Servicio Andaluz de Empleo, enfatizando la necesidad de integrar las medidas de promoción de la igualdad en un marco de acción coordinado, en lugar de tratarlas como iniciativas aisladas.
En un informe que abarca el análisis de las políticas activas de empleo entre 2019 y 2023, la Cámara se ha enfocado en evaluar la gestión de estas medidas bajo parámetros de eficacia, economía y eficiencia, con el objetivo final de presentar propuestas de mejora. El estudio ha revelado serias deficiencias en la cohesión de las estrategias implementadas.
Entre las conclusiones más destacadas del informe, se reitera que las iniciativas para promover la igualdad en el ámbito laboral carecen de una dirección global unificada, lo que resulta en una dispersión que impide una visión conjunta por parte de las autoridades competentes. Esta fragmentación podría obstaculizar los esfuerzos por lograr una igualdad real en el empleo.
El análisis ha mostrado que las medidas existentes están vinculadas a diferentes áreas, tales como formación, apoyo al trabajo autónomo y acciones enfocadas a las mujeres. Durante el periodo analizado, se destinaron 23 millones de euros específicamente para la promoción de la igualdad y otros 671 millones a programas que, aunque incluían elementos de igualdad, no permitían identificar de manera clara el monto invertido en esas acciones.
Es relevante señalar que, pese a que algunas de estas medidas tocan aspecto de la Ley 12/2007, destinada a la promoción de la igualdad de género, existen vacíos en su implementación. Problemas como la segregación profesional y las desigualdades salariales siguen sin ser abordados de forma significativa.
Un punto crítico del informe es la falta de diagnósticos previos antes de implementar las medidas de igualdad, lo que impide evaluar la adecuación y efectividad de estas iniciativas. Asimismo, se han evidenciado carencias en la integración de la perspectiva de género en la normativa que rige estas políticas, lo que limita su impacto en la realidad laboral.
La Cámara también ha hecho hincapié en la ausencia de un análisis claro sobre las desigualdades que persisten en el mercado laboral entre hombres y mujeres, destacando que, en muchas ocasiones, no se han seguido las recomendaciones y observaciones de la Unidad de Igualdad sobre el impacto de género de los informes evaluativos.
Adicionalmente, se ha identificado una carencia de coordinación entre las distintas acciones pensadas para fomentar la igualdad en el empleo, evidenciando que no existen registros documentales del desempeño del Comisionado del Plan Director de Ordenación de las Políticas de Empleo, lo cual compromete la supervisión de dichas medidas.
El informe concluye señalando que muchas de las iniciativas no han sido implementadas adecuadamente o han presentado un alcance limitado, lo que ha impedido alcanzar los resultados esperados. Por ejemplo, en programas de impulso al trabajo autónomo y al empleo estable de mujeres, se ha observado que los hombres han sido los principales beneficiarios. Asimismo, los incentivos para la conciliación han tenido una escasa demanda.
A pesar de que las iniciativas formativas han facilitado la participación femenina, los sectores tradicionalmente masculinizados aún muestran una baja representación de mujeres. Es notable que la mitad de las medidas analizadas para crear empleo no han tenido prácticamente ningún impacto en el mercado laboral.
Entre las recomendaciones emitidas, se destaca la importancia de desarrollar un sistema informativo que facilite la coordinación entre las diferentes iniciativas en materia de igualdad. Asimismo, se aconseja impulsar programas específicos que aborden las necesidades únicas de las mujeres en el ámbito laboral.
Igualmente, la Cámara ha subrayado la necesidad de reflejar en la normativa una comprensión clara de las diferencias entre hombres y mujeres en el entorno laboral, así como detallar el propósito y los efectos esperados de cada medida. Se sugiere también establecer un sistema que asegure un seguimiento adecuado y una evaluación real de los programas de igualdad.
Por último, el informe resalta la importancia de revisar y optimizar las medidas de apoyo al trabajo autónomo femenino, analizar las razones detrás de la baja utilización de incentivos a la conciliación y reconsiderar las estrategias implementadas para fomentar la contratación indefinida de mujeres, aumentando las ayudas y agilizando los procesos.
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