En Granada, un caso alarmante ha llevado a la detención de un padre y su hijo menor, acusados de graves delitos que incluyen detención ilegal, tráfico de drogas y defraudación de fluido eléctrico. La Policía Nacional ha señalado que estos individuos estarían implicados en el encierro de otro hijo del padre con el objetivo de forzarlo a trabajar en cultivos ilegales de marihuana.

El padre, quien ya contaba con antecedentes penales, ha sido presentado ante la autoridad judicial, que ha ordenado su ingreso en prisión. Asimismo, las autoridades han informado a la Fiscalía de Menores sobre la detención del hijo menor implicado en esta oscura trama.

Las investigaciones llevaron a los agentes a realizar un total de cuatro registros en diversas viviendas ubicadas en el distrito Norte de Granada. Según la Policía, en estos inmuebles mantenían a un hermanastro, que padece discapacidad intelectual, bajo condiciones de encierro forzado durante semanas con el fin de que cuidara y trabajara en las plantaciones de marihuana ilegales.

En el transcurso de estas operaciones, las autoridades confiscaban más de 400 plantas de marihuana, un frasco con picadura de la misma sustancia, 20 esquejes, herramientas para la elaboración de hachís y una pistola de aire comprimido. Cabe destacar que estos apartamentos operaban sin contratos de suministro eléctrico, utilizando conexiones ilegales a la red eléctrica, una práctica que pone de manifiesto la gravedad de la situación.

La operación Damasco, activada por agentes de la Comisaría de Distrito Sur, se inició tras recibir una denuncia sobre el secuestro repetido de la víctima con discapacidad intelectual. Este hombre era mantenido en condiciones inhumanas, encerrado "contra su voluntad y bajo amenazas", mientras era obligado a laborar en cultivos "in door" de marihuana a gran escala.

La investigación ha revelado la realidad de las acusaciones y ha proporcionado pruebas que apuntan directamente a los detenidos como responsables de múltiples cultivos de marihuana establecidos en hasta cuatro viviendas del distrito Norte de la capital nazarí, incluyendo la casa familiar del padre, donde residían también otros hijos menores.

Además de las 400 plantas y el instrumental para la fabricación de hachís, el estado de uno de los inmuebles registrados era tan insalubre que estaba infestada de cucarachas y otros insectos, lo que subraya la brutalidad de las condiciones en las que se mantenía al menor víctima de esta situación.