El pasado 26 de noviembre, en la ciudad de Málaga, la Policía Nacional llevó a cabo la detención de dos individuos, de 59 y 55 años, bajo la sospecha de haber perpetrado una estafa continuada y de haber violado derechos laborales fundamentales. Estos individuos, supuestamente, defraudaron a un total de once personas en el contexto de tratamientos odontológicos, ocasionando un daño económico que supera los 219.000 euros.

Uno de los detenidos, que se desempeñaba como odontólogo, ofrecía servicios de reconstrucción dental a precios notablemente bajos, pero exigía que los pacientes pagaran por adelantado. Este pago podía hacerse en efectivo, a través de transferencias bancarias o, en ocasiones excepcionales, mediante la contratación de préstamos financieros, según un comunicado de la Policía Nacional.

Los pagos de las víctimas eran dirigidos a cuentas bancarias asociadas tanto al dentista como a su pareja sentimental. Actualmente, la clínica dental en cuestión se encuentra cerrada y exhibe un rótulo que indica "cerrado temporalmente", lo que ha dejado a numerosos pacientes sin la finalización de sus tratamientos.

La investigación se originó a raíz de múltiples denuncias presentadas por pacientes que acudieron a la clínica y se encontraron con la puerta cerrada y sin la posibilidad de comunicarse por teléfono. La falta de respuesta y el cierre inesperado llevó a que los afectados decidieran hacer sonar la alarma ante las autoridades.

El Grupo de Investigación de la Comisaría de Distrito Centro de Málaga asumió la responsabilidad de las indagaciones. Durante el proceso, se determinó que el odontólogo era el encargado de realizar las intervenciones y de proporcionar los presupuestos a los pacientes, quienes se vieron atraídos por precios notablemente bajos, lo que facilitó el engaño.

Las indagaciones lograron identificar y arrestar tanto al dentista como a su pareja, quienes son presuntamente responsables de los delitos de estafa y de la violación de derechos laborales. Los afectados habían depositado su dinero en cuentas a nombre del dentista y de su pareja, quienes ahora enfrentan graves consecuencias legales.

Sin una justificación válida, el propietario de la clínica dental decidió cerrar sus puertas sin completar los tratamientos por los cuales los pacientes ya habían abonado. Además, las autoridades descubrieron que una de las empleadas de la clínica realizaba funciones que estaban fuera de su contrato laboral. Es importante mencionar que el odontólogo detenido contaba con antecedentes por delitos similares.

La operación policial continúa su curso y no se descartan más víctimas en esta complicada trama, con el procedimiento judicial siendo supervisado por el Juzgado de Instrucción de Guardia en Málaga.