SEVILLA, 5 de septiembre. En un escenario preocupante para la agricultura andaluza, la organización COAG ha advertido sobre un preocupante descenso en el cultivo de algodón en la región. Recientemente, la Consejería de Agricultura ha dado a conocer el aforo para la campaña 2025-2026, revelando que la superficie sembrada ha caído a menos de 48,000 hectáreas, una de las cifras más bajas que se han registrado en décadas.

De acuerdo con un comunicado de COAG Andalucía, este declive es un reflejo de la "grave crisis" que atraviesa el sector, a pesar de que la producción total para este año podría ser superior a la del año anterior. José Luis Ibáñez, encargado del área de algodón en la organización, ha señalado que, aunque las condiciones de cultivo han sido favorables y no se han reportado incidencias significativas en las plagas, la falta de restricciones en el suministro de agua ha beneficiado a la mayoría de las áreas productivas, con la excepción de la provincia de Cádiz.

El informe oficial sugiere que los rendimientos promedio rondarán los 2,800 kg/ha, una cifra que, según COAG, podría ser una estimación cercana a la realidad si se mantienen las condiciones actuales. Sin embargo, la organización también ha subrayado que este dato positivo no puede enmascarar la problemática estructural del cultivo, ya que la reducción en la superficie sembrada continúa debido a que los precios que reciben los agricultores no logran cubrir los gastos de producción.

Según Ibáñez, “el precio de la fibra convencional se sitúa alrededor de los 0.48 euros por kilogramo, una cifra insostenible, dado el aumento constante de los costos de producción.” Esta situación crítica se ve agravada por la disminución de los apoyos gubernamentales, ya que las ayudas destinadas a mantener la actividad en las áreas donde el algodón tiene un impacto social fueron establecidas hace dos décadas, mientras que los costos de producción no han hecho más que aumentar, haciendo insostenible el cultivo para muchas explotaciones.

Para que el futuro del algodón andaluz no quede comprometido, COAG enfatiza la necesidad de que las administraciones —tanto el Ministerio de Agricultura como la Junta de Andalucía— colaboren con los agricultores para implementar medidas que mejoren la calidad de la producción, reduzcan costes y permitan establecer precios diferenciados, considerando las particularidades y el valor añadido del cultivo. "Sin un cambio en esta tendencia, el futuro del algodón en Andalucía resulta poco esperanzador”, concluye Ibáñez.