ALMERÍA, 14 Mar.
La Audiencia Provincial de Almería ha culpado a un hombre que retuvo a su pareja sentimental, de la que le constaba una orden de alejamiento por una sentencia previo, una vez que esta volviese a denunciarle por pésimos tratos tras recibir un bofetón y ser conminada de muerte, adjuntado con su hijo, horas antes de ser agredida.
La sentencia, dictada en estable tras la conformidad mostrada por el acusado instantaneamente festejado este martes en la Sección Tercera, tiene presente la atenuante de reparación de daño tras la indemnización realizada por el acusado, quien se encaraba hasta ocho delitos, entre ellos uno de vivienda y lesiones leves a entre los agentes que lo detuvo en el momento en que trató de huír por el balcón de la vivienda de la víctima.
Con arreglo al relato recibido por el acusado, consultado por Europa Press, los hechos se desencadenaron el 30 de octubre de 2021 en el momento en que el hombre estaba en casa de la mujer y, en el lapso de una discusión "con ánimo de amedrentarle y también infundirle temor" le ha dicho a la mujer que la iba a matar a ella y a su hijo, lo que creó "miedo y desasosiego" en ella.
Así, fue al día después en el momento en que se causó una exclusiva discusión donde el hombre dió una "fuerte bofetada" en la cara a la mujer, con lo que fue asistida en un hospital tras lo que interpuso una demanda frente a la Guardia Civil ahora de madrugada.
El acusado, al tener conocimiento de que había sido denunciado, se presentó en la casa de la mujer al día después, tal es así que aprovechó en el momento en que esta "salía para trabajar" para empujarla hacia el interior del hogar, donde la retuvo contra su intención hasta las 19,00 horas con la intención de que "retirase la demanda".
En el momento en que la víctima logró salir de la vivienda, dio aviso a la Guardia Civil y asistió a agrandar la demanda del día previo. Así, mientras que aguardaba en la comisaría, recibió un mensaje del acusado en el que le afirmaba que se había marchado del hogar, con lo que ella decidió regresar. No obstante, la mujer fue seguida por una patrulla de la Guardia Civil para su protección frente probables eventualidades.
Al llegar a su casa la mujer verificó que el acusado proseguía allí, tal es así que de nuevo le impidió salir de allí "reiterándole que quitase la demanda". Mientras, la mujer se comunicaba con su móvil inteligente con los agentes, quienes lograron revisar que el hombre proseguía en la vivienda con lo que, tras pedir refuerzos y "frente al riesgo inminente de la víctima", accedieron al interior.
Frente a la irrupción de la Guardia Civil, el hombre trató de huír por el balcón al patio interior de la vivienda realizando ni caso a las órdenes de los agentes, quienes le demandaban que estuviese inmovil, hasta tal punto que se abalanzó sobre uno para lograr escapar ocasionándole lesiones en una mano y el cuello.
La acusación de la Fiscalía daba cuenta aparte de capítulos precedentes de pésimos tratos en el momento en que la pareja había retomado la relación pese a la sentencia estable de agosto de 2019 que le condenaba a ocho meses de prisión por un delito de acoso y amenazas, la que fue suspendida por un par de años a condición de que el hombre no volviese a delinquir. También le imponía 34 meses de alejamiento de la víctima.
En esta línea, apunta a discusiones que la pareja de había mantenido en ciertos locales públicos que habían frecuentado en conjunto, más allá de esa orden de alejamiento. "Más allá de que los dos parecían haber retomado la relación; esta se había deteriorado, siendo permanentes las discusiones entre ellos", muestra.
Con esto, el acusado "le dirigía todo el tiempo expresiones humillantes con ánimo de amedrentarla y tenerla doblegada a su autoridad, ofendiendo dificultosamente a la víctima y minando su ética".
A lo largo de la relación de pareja se vivieron fases de acatamiento y control por la parte del acusado respecto de la denunciante, que estaba "en todo instante en estado de sumisión y aislamiento", para lo que atentaba contra ella físicamente con "golpes, empujones, sacudidas y patadas" tal como con "insultos, humillaciones, menosprecio y también intimidación".
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