LA PUEBLA DEL RÍO (SEVILLA) SEVILLA, 14 Jul.
La Delegación territorial de Desarrollo Sostenible en Sevilla ha habilitado el desarrollo de desagüe de la laguna de la Reserva Natural Dehesa de Abajo, en La Puebla del Río (Sevilla), con arreglo al protocolo pensado en el momento en que el nivel del agua desciende a escenarios "críticos" de oxigenación. Los profesionales han comprobado que en el ambiente de 45 a 50 centímetros de hondura, en capítulos de elevadas temperaturas, se muestran toxinas "peligrosas" para la avifauna que habita en este espacio protegido con lo que se procede al vaciado de la reserva a fin de que las aves procuren otro humedal. "En esta ocasión, no fué posible" un desagüe paulatino y recarga de la laguna lo que hizo "irrealizable eludir" la desaparición de 70 ejemplares.
En casos "críticos" como el reseñado, explicó la Junta en una publicación oficial este jueves, los protocolos de manejo hidrológico en humedales señalan la oportunidad de hacer una recarga de la laguna y su desagüe paulatino para beneficiar la oxigenación de las aguas, medida que "esta vez, no fué al final posible" por el aumento del nivel de cianobacterias como resultado del incremento acusado de temperaturas en la presente ola de calor que está afectando a la provincia. Esta situación afectó a las aves en diverso nivel, con lo que fué preciso seguir al desagüe de la laguna como "medida paliativa".
Desde la Delegación territorial de Desarrollo Sostenible se ha procedido a "movilizar las aves con la máxima premura pero fué irrealizable" eludir el fallecimiento" de en torno a 70 ejemplares, cuya causa de muerte se está estudiando desde las que corresponden autopsias. Otras 17 aves acuáticas y los pollos que estaban en la Dehesa de Abajo se han movido al Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) para su precaución.
La escasez de agua en la Dehesa de Abajo es consecuencia de la suma de las elevadas temperaturas continuadas y el bajo nivel de precipitaciones, especialmente acusada en el contexto de sequía prolongada de hoy. Cuando no sobrepasa los 50 centímetros de hondura, se genera un efecto de baja oxigenación en el agua que, al lado de las elevadas temperaturas estimula la proliferación de cianobacterias como, por poner un ejemplo, las Spharospermosis aphanizomenoides, explicó la Junta este jueves en una publicación oficial.
Los especialistas hacen un rastreo periódico de la situación donde está el agua y los animales que habitan en la Dehesa de Abajo. Cada semana se toman muestras del agua para su análisis y se verifica el estado de las aves. Además, en estas visitas se controla el viable nacimiento de pollos en la laguna, como ocurrió este año. En preciso, el plantel del Plan de Aves de la Junta de Andalucía contabilizó a fines del mes de junio por lo menos 4 polladas y 2 hembras de cerceta pardilla incubando, una clase en riesgo crítico de extinción; tal como 2 polladas de malvasía y 37 nidos de garcilla cangrejera.
La Dehesa de Abajo aparece tras la construcción del dique sobre el arroyo Majaberraque para la construcción de la carretera de Puebla del Rio a Isla Mayor. No se habla, por consiguiente, de un humedal persistente sino más bien temporal, y se identifica por su estiaje tardío. Sin embargo, dada su cercanía al ambiente de Doñana y su carácter semipermanente en parte importante del año, esta superficie protegida sirve de cobijo y cría de varias aves acuáticas.
La área de la laguna cambia según las precipitaciones cada un año. Suele ocupar algo mucho más de 71 hectáreas y tener un perímetro de algo mucho más de 3.800 metros. Generalmente, las lluvias se generan en esta región en los meses de invierno y primavera, al paso que el periodo de tiempo estival es muy seco y caluroso. Por esta razón, la laguna padece frecuentemente un notable desarrollo de desecación, con un descenso del nivel del agua a razón de precisamente un centímetro períodico