Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal dedicada al transporte internacional de drogas por carretera en la Costa del Sol y Tenerife. La operación, coordinada por Europol y llevada a cabo junto con agentes de los Países Bajos, ha resultado en la detención de 23 integrantes de la organización en Málaga, Granada, Murcia, Noruega, Irlanda y Países Bajos.
Se han realizado diez registros domiciliarios en Málaga, Tenerife y Países Bajos donde se han intervenido 440.000 euros, 323 kilos de marihuana, 71 kilos de hachís, 300 gramos de cocaína, 2 kilos de MDMA, cuatro armas de fuego, un arma simulada y otra de aire comprimido, 19 vehículos y diverso material informático.
Los miembros de la organización ocultaban las sustancias estupefacientes y las armas en vehículos, revistiéndolas con materiales como poliuretano para dificultar su descubrimiento. También utilizaban empresas de logística internacional para los envíos de palés donde se ocultaba la droga.
La investigación comenzó en octubre de 2021 y se logró interceptar seis de los transportes de droga que los detenidos habían planeado. En abril de 2022 se detectó un transporte de 35 kilos de hachís en Noruega en un vehículo procedente de Málaga. En mayo del mismo año, se interceptó un camión con 128 kilos de marihuana y 36 kilos de hachís en Granada con destino a Alemania. En 2023, se interceptaron tres transportes más en Murcia, Irlanda y Granada, incautándose 45, 33 y 54 kilos de marihuana, respectivamente.
Finalmente, se descubrió que la organización estaba transportando una gran cantidad de droga en Norrd-Sharwoude, Países Bajos. Tras la cooperación internacional, se detuvo a tres integrantes de la organización en esta ciudad y se les incautaron grandes cantidades de estupefacientes y cuatro armas de fuego.
En total, se detuvo a 23 personas y se desarticuló por completo la organización criminal. Durante la investigación se descubrió que la organización había invertido 200.000 euros en un servidor de comunicaciones encriptadas para evitar la detección de sus comunicaciones. También se confiscaron más de 80 teléfonos encriptados y 150 tarjetas telefónicas.
La investigación fue llevada a cabo por agentes de la Policía Nacional española y de la policía de Países Bajos en el marco del EMPACT (Plataforma Multidisciplinar Europea contra las Amenazas Delictivas). Esta operación fue cofinanciada por la Unión Europea en su lucha contra la criminalidad relacionada con el tráfico de drogas.