Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal dedicada al blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico, deteniendo a 21 personas en Málaga y Sevilla. La organización, establecida en el sur de España, estaba integrada por numerosas personas físicas y jurídicas, lo que la convierte en especialmente compleja y diversa, según ha informado la Policía Nacional en un comunicado.
En los registros realizados, se incautaron 130.000 euros en efectivo, documentos diversos, material informático y teléfonos móviles, relojes y joyas por un valor superior a 650.000 euros. Además, se bloquearon propiedades inmobiliarias valoradas en 5.000.000 de euros, así como numerosas cuentas bancarias y activos financieros.
La investigación comenzó en 2020, cuando los agentes identificaron operaciones sospechosas y de riesgo de blanqueo realizadas por individuos vinculados al narcotráfico y otras actividades ilegales relacionadas con la delincuencia organizada.
Uno de los principales sospechosos habría intentado ocultar su patrimonio inmobiliario de la acción judicial, contando con la colaboración del resto de los miembros de la organización y también con la participación de personas de su entorno familiar.
A través del análisis de la vida laboral y tributaria de 35 personas físicas, 49 jurídicas y el estudio de más de 682 cuentas bancarias, se logró reconstruir las operaciones de blanqueo, en las que se empleaban diversos métodos propios de profesionales. Estos incluían el uso del principio de unidad de caja, préstamos a socios, movimientos de fondos, falsificaciones de contratos de arrendamiento, manejo de grandes cantidades de efectivo sin justificar, entre otros. Todo esto se realizaba de manera discreta y opaca para evitar levantar sospechas.
Según las investigaciones, los implicados habrían introducido en el circuito económico español fondos por más de diez millones de euros desde 2011. La mayor parte de estos fondos se habrían invertido en propiedades inmobiliarias en la Costa del Sol y en otras áreas de la costa sur de España, cuyo valor actual se estima en cinco millones de euros. También se realizaron transferencias de fondos desde Argentina y Uruguay, así como operaciones comerciales ficticias que simulaban negocios y encubrían transferencias de grandes sumas de dinero controladas por la organización.