SEVILLA, 7 Feb.
La Guardia Civil ha detenido a una mujer de 44 años en Los Palacios y Villafranca, por substraer joyas en las casas donde tenía un trabajo de pintora, llegando a poder mucho más de 12.000 euros por la venta de semejantes joyas robadas.
El ya transcurrido mes de diciembre, la Guardia Civil de Los Palacios y Villafranca (Sevilla) tuvo conocimiento, por la demanda de una vecina de la ciudad, de la sustracción de joyas que tenía dentro de su residencia por valor aproximado de 4.000 euros.
Iniciada la pertinente investigación, en el contexto de la Operación Pintora, las supones sobre la autoría recayeron en 2 personas que entre los días 29 de noviembre y 3 de diciembre pasados estuvieron haciendo un trabajo en la vivienda haciendo trabajos de pintura, dándose la coyuntura de que en otro episodio previo asimismo se causó la sustracción de joyas por un valor de 3.000 euros en la vivienda de una familiar que asimismo las empleó para exactamente el mismo cometido.
En base a lo contado, la Guardia Civil centró la investigación en entre las mujeres contratadas para colorear las viviendas de las denunciantes, M.C.E, de 44 años de edad y vecina de Los Palacios, a la que le figuraban un total de 56 operaciones de venta de oro desde el año 2012 en distintas establecimientos de la ciudad, en las que recibió un total de 12.123 euros, siendo un volumen de ventas de oro "totalmente exagerado" según la Guardia Civil.
En la revisión de contratos elaborados por M.C.E., se verificó de qué forma vendió joyas idénticas a las descritas por las denunciantes que las reconocieron como propias, haciéndoles distribución en calidad de depósito de las que aún actuaban en los establecimientos, no logrando llevarlo a cabo con las que habían sido derretidas al transcurrir el período legalmente predeterminado para esto.
Según la Guardia Civil, M.C.E. reconoció en dependencias oficiales los hechos realizados, procediéndose a su detención como presunta autora de un delito continuado de robo de joyas en interior de casas habitadas, alcanzando lo vendido en estos últimos casos un valor de 2.500 euros.
A lo largo de la investigación, quedó constatado que la detenida a lo largo de su jornada de trabajo, además de colorear los domicilios donde era contratada, presumiblemente hurtaba distintas joyas de oro, las que vendía más tarde en establecimientos de compro oro de la ciudad.
Los dueños no se percataban de la sustracción en el instante de cometerse al no ser elementos que se empleen todos los días, haciéndolo ahora pasado un buen tiempo con lo que era bien difícil suponer de la supuesta autora.