ALMERÍA, diez Mar.
El Juzgado de Instrucción número 2 de Almería ha cerrado la investigación por la que trata a diez personas, entre ellas un policía local de Adra y otro de Almería, acusadas de formar parte en una trama de presunta prostitución y corrupción de menores entre 2018 y 2020 que se habría servido de 4 pequeñas y un varón para la obtención de servicios de índole sexual, primordialmente para prácticas fetichistas y otro género de parafilias, en ocasiones solos y otras en conjunto.
Fuentes judiciales han afirmado a Europa Press que el instructor del caso decidió a juzgar por las pruebas practicadas en la causa editar en sumario el trámite, para lo que se ha festejado este viernes una declaración indagatoria a la que han acudido todos y cada uno de los investigados, salvo 2, para trasladarles los hechos contenidos en el sumario antes de la formulación de las acusaciones.
Específicamente, la causa se prosigue desde este momento por los supuestos delitos de prostitución, explotación y corrupción de menores, tal como otro mucho más de abusos sexuales a menores, ya que las víctimas, más allá de que en la actualidad han alcanzado la mayor parte de edad, contaban con entre 13 y 17 años en el instante de los hechos.
El juez decidió además de esto sostener la situación personal de independencia provisional de los procesados, con obligación apud acta de comparecer los días señalados frente al Juez o Tribunal que conozca de la causa, tal como la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros ni estar comunicado por cualquier medio con las víctimas, a su hogar, sitio de trabajo o algún otro rincón donde se hallen hasta el momento en que se resuelva el trámite.
La trama fue destapada por medio de la operación 'Terciaria' de la Guardia Civil, de la que se desprende que la hermana mayor de entre las víctimas habría impulsado por medio de avisos en un portal web, y más tarde por WhatsApp, encuentros con diferentes clientes del servicio y el cobro de los servicios, toda vez que asimismo se habría ocupado, de conformidad con la investigación, de buscar individuos.
Según fuentes de la investigación consultadas por Europa Press, ciertas víctimas aseguraron haber prestado entre finales de 2018 y principios del verano de 2020 entre diez y 15 servicios de carácter sexual y también "aun mucho más", tal es así que "seis o siete clientes del servicio" se transformaron en "fijos", llegando a asistir a sus casas.
De este modo, eran los propios clientes del servicio quienes procuraban por medio de la web estos avisos en los que demandaban prácticas de carácter fetichista que, transcurrido un tiempo, lograron acentuarse y derivar en relaciones íntimas por las que percibían entre 20 y cien euros, siempre y en todo momento en metálico. La supuesta proxeneta, encargada de entablar los contactos, se habría embolsado el 50 por ciento de cada servicio.
En este sentido, las víctimas habrían sostenido a lo largo de la investigación que los clientes del servicio habrían sido conocedores de su minoría de edad. Fuentes del caso han corroborado además de esto que el aspecto externa de las menores, en su instante, "no daba sitio a inquietudes de la corta edad de las pequeñas, aun un par de años tras los hechos".
La supuesta proxeneta habría reconocido en una etapa principiante de la investigación haber facilitado un servicio a un agente de la Policía Local de Adra, que en teoría se puso en contacto para pedir servicios de fetichismo, tal es así que la mujer habría conducido a la joven hasta la ciudad abderitana para el acercamiento con el cliente a fines de 2019.
Según el testimonio de las víctimas y de nuestra investigada, la menor habría sido obtenida por el agente en un vehículo policial en las afueras del ayuntamiento para llevársela consigo hasta su vivienda, tal es así que media hora después fue obtenida por la investigada. La menor relató que el hombre le había exhibido sus esposas, la pistola y la defensa normativa a lo largo del acercamiento.
Además, la investigación asimismo apunta a otros concretes expertos que habrían conseguido citas con las menores por medio de esta composición, entre ellos un exmilitar. Algunos de los clientes del servicio mucho más activos habrían llegado a concertar hasta tres citas por semana con las menores. Las actuaciones revelan que solo entre los clientes del servicio habría rechazado el servicio al comprender que se intentaban menores de edad.
La operación se inició en el mes de junio de 2020, tras la demanda de la madre de entre las menores al localizar una sucesión de mensajes de WhatsApp que revelaban un "accionar extraño en el móvil inteligente de la su hija". Ello destapó la supuesta trama de prostitución bajo la presunta administración de la muchacha mayor de edad, la que "se valía de una relación de amistad con las menores para explotarlas sexualmente".