GRANADA, 14 Sep.
El hombre enjuiciado este miércoles en el Juzgado de lo Penal 5 de Granada por matar a un motorista el 3 de octubre de 2021 en el momento en que conducía ebrio por la circunvalación de Granada y se dirigía, exactamente, a un juicio por alcoholemia ha recibido este miércoles una condena de cinco años de prisión por estos sucesos y ha pedido perdón a la familia de la víctima por el daño provocado.
El acusado, de 53 años, se ha proclamado culpable y ha recibido una penal total de cinco años de prisión como creador de los delitos de conducción imprudente, homicidio por imprudencia grave y por conducción bajo los efectos de bebidas alcohólicas. Junto a ello, va a ser culpado a la privación de pilotar automóviles a motor con la coherente pérdida determinante de la vigencia del permiso de conducir a lo largo de nueve años, en la línea del acuerdo que han cerrado la partes y por el que no fué preciso festejar el juicio, tras lo que la jueza ha dictado la sentencia 'in voce' en la salón.
Se da la paradoja de que la mañana en que atropelló a este motorista, el acusado se dirigía al Juzgado de Guardia para la celebración de un juicio veloz por alcoholemia, puesto que el día previo conducía por la N-432 y tras ser parado por la Guardia Civil con síntomas de embriaguez se le sometió a una prueba de alcoholemia donde dio positivo de 1,13 y 1,05 miligramos de alcohol por aire espirado.
Tras admitir los hechos, el acusado ha amado mover su pésame y sus "mucho más honestos excuses" por el daño que ha provocado a la familia de la víctima, un funcionario judicial de 54 años que el día de los hechos se dirigía al gimnasio en su moto y fue arrollado por esta persona. Tenía 2 hijos y se encontraba casado.
La familia del fallecido, que ha ejercido la acusación especial en el desarrollo representada por el letrado Juan Fernando Hernández, de Bufete Ganivet, ha movido a los medios que "el día de hoy se marcha a cumplir la ley" pero "no se hará justicia".
"Ni admitimos ni aceptamos su perdón pues lo que hizo fué un delito", ha señalado a los medios el cuñado de la víctima y hermano de la viuda, José Fontana, que ha solicitado un endurecimiento de las penas para este género de casos, que a su modo de ver han de ser considerados asesinatos dolosos en la medida en que son fruto de "formas de proceder imprudentes" al volante.
Antes de la visión, compañeros y amigos del fallecido, que ejercitaba su tarea en el Juzgado de lo Social 7 de Granada, se han concentrado en oposición al edificio judicial de La Caleta para reclamar leyes mucho más estrictas y justicia para la víctima.
Según el relato de la Fiscalía, el acusado se incorporó a la GR-30 en sentido Jaén sobre las 9,15 horas con su vehículo tras haber ingerido bebidas alcohólicas, lo que propició que condujese "de forma irregular, distraído, dando bandazos de uno a otro carril", lo que fue visto y "sufrido" por otros individuos de la vía. De hecho, a 2 de ellos se acercó de "forma inesperada" lateralmente y estuvo a puntito de colisionar con ellos.
No se percató de que por su parte izquierdo circulaba apropiadamente la moto de la víctima y tras irrumpir el carril izquierdo la embistió y la arrastró a lo largo de bastantes metros. Después de parar y en las maniobras que efectuó para sacar su vehículo, dio marcha atrás y volvió a atropellar por el brazo el cuerpo del motorista, que yacía malherido en el suelo.
El hombre fue auxiliado por múltiples personas y por una ambulancia que pasaba por el sitio, pero nada ha podido hacerse por socorrer su historia, dado el grave traumatismo craneoencefálico que padeció. En la prueba de alcoholemia, el acusado arrojó un resultado positivo de 1,04 y 1,13 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Este miércoles su defensa ha aportado además de esto a la causa documentación con relación al "inconveniente de alcoholismo crónico que sufría en el instante de los hechos".