En una operación conjunta entre funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Judiciária de Portugal, ha sido desarticulada la mayor red de narcotransportistas del Estrecho. La Fiscalía Especial Antidroga de Jerez de la Frontera (Cádiz) ha liderado la coordinación de la operación que ha culminado con la detención de 19 personas, sumando a otras 12 que ya se encontraban en prisión.

La operación ha realizado 24 registros domiciliarios, abortando hasta cuatro operaciones de la organización. Se han incautado tres armas cortas, 1,4 millones de euros en efectivo, 19 vehículos de alta gama, sistemas de comunicación, material informático, dos 'narcolanchas' en Portugal y otras tres embarcaciones en España. Un total de 250 agentes participaron en el operativo.

El centro de operaciones se encontraba en una exclusiva urbanización de Lisboa, desde donde un narcotraficante histórico dirigía y coordinaba las operaciones navales. La organización contaba con una extensa red de colaboradores en Sanlúcar de Barrameda, localidad de origen de los cabecillas del grupo.

La investigación reveló que la organización operaba con entre ocho y diez embarcaciones EAV, conocidas como 'narcolanchas', que estaban constantemente en el agua con sus tripulaciones. Además, disponían de una red de embarcaciones más pequeñas para proveer de víveres y gasolina a las 'narcolanchas'.

Las pesquisas comenzaron en mayo del año pasado cuando se detectó que la organización intentó recoger un cargamento de 6.000 kilos de cocaína de un 'narcosubmarino' proveniente de Sudamérica. Sin embargo, debido a problemas mecánicos, la embarcación se hundió, frustrando el plan criminal.

Los líderes de la organización estaban asentados en Sanlúcar de Barrameda, Chipiona y El Cuervo, según la Agencia Tributaria y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Contaban con medidas de seguridad rigurosas y tecnología avanzada para la comunicación tanto a nivel individual como náutico.

La Policía Judiciária de Portugal colaboró estrechamente en la desarticulación del entramado, descubriendo el centro de operaciones en Lisboa. Allí, el narcotraficante histórico fugado de la justicia española dirigía y coordinaba las operaciones navales con alta tecnología de comunicaciones y vigilancia.

Los líderes de la organización viajaban desde España para coordinar las operaciones, estableciendo contacto directo con los responsables de la mercancía estupefaciente. La estructura contaba con embarcaciones EAV en constante actividad en el agua y una red de pequeñas embarcaciones para apoyar sus transportes.

Los cabecillas empleaban Sanlúcar de Barrameda como base de operaciones en España, aprovechando su conocimiento de la zona y la colaboración local. La operación ha permitido abortar cuatro operaciones criminales y la incautación de embarcaciones en España y Portugal, además de su vinculación con aprehensiones anteriores de drogas.

En total, 31 miembros de la organización han sido detenidos tras la operación, que concluyó con 24 registros domiciliarios realizados de forma simultánea en España y Portugal.