Greenpeace vuelve a exigir al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que tome medidas contundentes para que los terrenos donde se encuentra el polémico hotel de Azata del Sol en el paraje del Algarrobico sean clasificados como "suelo no urbanizable".
En un reciente escrito registrado este martes, la organización ecologista ha instado al Ayuntamiento de Carboneras a cumplir con la sentencia que ordena restaurar la legalidad de los suelos protegidos en El Algarrobico y en El Canillar, ambos en la localidad almeriense.
Según se ha podido saber a través de Europa Press, Greenpeace busca revitalizar las acciones pendientes después del reciente auto judicial emitido por el TSJA el 8 de mayo, en el que se concedió un plazo de diez días al Ayuntamiento para que certificara que el Plan General de Ordenación Urbana cumplía con la sentencia que establece que el sector ST-1 o El Algarrobico debe ser clasificado como suelo no urbanizable y de especial protección.
El colectivo ha señalado que ya han pasado tres años desde que se inició la tramitación para cumplir con la sentencia y que la situación no ha cambiado desde 2021.
Greenpeace enfatiza que tanto El Algarrobico como El Canillar siguen siendo considerados urbanizables en el Plan General de Ordenación Urbana y en la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía, a pesar de que debieron ser clasificados como espacios protegidos hace tres décadas.
La organización ha destacado que la Consejería de Fomento aún no ha completado el proceso para modificar el Plan General de Ordenación Urbana, por lo que estos sectores siguen siendo considerados urbanizables a pesar de las regulaciones existentes desde hace 30 años.
Por otro lado, los ecologistas han solicitado la multa al alcalde de Carboneras, basándose en la anulación por parte del TSJA del acuerdo del pleno municipal que pretendía cumplir con la sentencia sin haberlo hecho realmente.
El TSJA ha rechazado la petición de multa al alcalde al considerar que, a pesar de la anulación del acuerdo del pleno, el Ayuntamiento ha actuado conforme a los requerimientos para cumplir con la sentencia.
Greenpeace insiste en que la situación actual vuelve a permitir la urbanización de los terrenos donde se encuentra el hotel de Azata del Sol, lo cual contradice la legislación urbanística municipal vigente.
Por su parte, el Gobierno andaluz sostiene que ante la anulación de la maniobra utilizada para evitar la demolición del hotel, los terrenos siguen siendo considerados como no urbanizables según el Plan General de Ordenación Urbana de Carboneras.
Además de la solicitud de multa al alcalde de Carboneras, Greenpeace ha pedido la suspensión de otra sentencia que obliga al Ayuntamiento a revisar una licencia de obras, lo que facilitaría la demolición del hotel.
A pesar de los plazos establecidos por el TSJA, los cambios en el gobierno municipal han retrasado el inicio del proceso.
Greenpeace busca evitar que el Ayuntamiento, aprovechando la situación actual de los terrenos, evite la demolición del hotel argumentando que no se puede anular la licencia de obras debido a la clasificación urbanizable de El Algarrobico en el Plan General de Ordenación Urbana.
Para Greenpeace, la única forma efectiva de hacer cumplir las sentencias por parte del Ayuntamiento ha sido a través de medidas coercitivas contra el alcalde de la localidad.
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