En un significativo encuentro celebrado en el Centro de Entrenamiento de Navantia, ubicado en San Fernando, Cádiz, la Armada y Navantia han informado sobre los avances que están logrando en la definición de la próxima generación de Buques Hidrográficos Costeros (BHC). Estos nuevos buques se diseñan con el propósito de reemplazar a los antiguos de la clase 'Antares' y serán construidos en las instalaciones gaditanas de Navantia.
Según un comunicado emitido por la compañía de construcción naval, estuvieron presentes en la reunión importantes figuras como el director de Negocio de Corbetas y Buques de Acción Marítima, Alberto Cervantes, y el jefe del programa, Juan Carlos Carrascal. Por parte de la Armada, asistieron el jefe de Programas Navales, CN Pedro Sánchez, y el jefe de Programa de la Flotilla Hidrográfica, CNI Ángel Arrazola. También participaron representantes del Instituto Hidrográfico de la Marina (IHM) y otras ramas de la Armada, reflejando la colaboración interinstitucional que caracteriza este proyecto estratégico.
El comunicado también recordó que, en diciembre del año pasado, el Ministerio de Defensa y Navantia firmaron una orden de ejecución que da luz verde a la construcción de estos dos buques. Con esta medida, la Armada busca modernizar su Flotilla Hidrográfica y avanzar en sus objetivos de transición ecológica, dado que los nuevos BHC estarán en condiciones de operar con biocombustibles, impulsando así un enfoque más sostenible en el ámbito naval.
El propósito de estas reuniones es avanzar hacia la fase de revisión de diseño preliminar, con la expectativa de que esta sea aprobada en los primeros meses del próximo año, según lo indicado por Navantia. Este proceso detalla el compromiso de las partes involucradas hacia el éxito del proyecto.
Los BHC que se están desarrollando tendrán como misión clave la publicación, difusión y mantenimiento de la cartografía náutica oficial del Estado en las aguas y costas españolas. Este importante deber será llevado a cabo por el Instituto Hidrográfico de la Marina (IHM), encargado de operar estos buques y garantizar que se cumplan sus obligaciones.
En cuanto a especificaciones técnicas, los nuevos barcos medirán 47 metros de eslora y tendrán un desplazamiento aproximado de 900 toneladas. Gracias a su alto grado de automatización, contarán con una dotación reducida de 30 personas y una autonomía de 3.000 millas, lo que les permitirá operar en aguas poco profundas durante un periodo de 15 días sin necesidad de reabastecimiento.
La construcción de estos buques en el astillero de Navantia en San Fernando generará un impacto positivo en la economía local, sosteniendo a lo largo de los próximos cuatro años aproximadamente 700 puestos de trabajo. Esto incluye tanto empleos directos como indirectos, mostrando el compromiso de Navantia con el desarrollo económico y social de la región.
Además, los BHC estarán equipados para realizar levantamientos hidrográficos, lo que facilitará la elaboración de cartografía, prestará apoyo a la Flota con información geográfica, medioambiental y meteorológica, y contribuirá a proteger el patrimonio arqueológico subacuático. De esta manera, su equipamiento incluirá ecosondas, sondas de barrido lateral y sistemas de posicionamiento, herramientas fundamentales para el estudio exhaustivo de la columna de agua y el lecho marino.
Por si fuera poco, Navantia ha destacado que los nuevos buques contarán con medios autónomos como un ROV (vehículo operado de forma remota), un USV (vehículo de superficie no tripulado) y un bote hidrográfico. Estos equipos trabajarán de manera autónoma para recopilar y registrar datos, permitiendo llevar a cabo labores tanto hidrográficas como oceánicas, lo que sin duda fortalecerá la capacidad operativa de la Armada en sus múltiples misiones.
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