La flota española en el Mediterráneo continuará su actividad en 2025 gracias a nuevas medidas de gestión.
Las inversiones que realicen los barcos, ya sea en el ámbito de las mallas o las innovadoras puertas voladoras, serán completamente financiadas por la Unión Europea. Esta medida representa un paso significativo en la búsqueda de una pesca sostenible y responsable en el Mediterráneo.
El día 13 de diciembre en Madrid se anunció que la flota pesquera española podrá continuar su labor en el Mediterráneo en 2025, manteniendo los mismos días de pesca que en 2024, esto bajo las nuevas directrices de gestión que se adoptaron recientemente en Bruselas. Estas decisiones están orientadas a garantizar un futuro próspero para las pesquerías, incluyendo la implementación de vedas, cambios en el tamaño de las mallas y la utilización de puertas voladoras.
De acuerdo con información proporcionada por el Ministerio de Agricultura, las nuevas medidas permitirán al sector pesquero continuar su actividad económica, con un enfoque en lograr la sostenibilidad de varias especies que están bajo amenaza, siendo la merluza una de las más vulnerables en la actualidad.
En relación a las vedas, que ya se están implementando en aguas españolas, se ha aprobado una veda temporal de cuatro semanas que ofrece la posibilidad de recuperar un 15% de días trabajados. Asimismo, se puede obtener un 3% adicional mediante la aplicación de una veda a profundidades que oscilan entre 800 y 1.000 metros, y un 10% adicional con una pausa de seis semanas entre 100 y 500 metros de profundidad.
Con estos cambios, se prevé recuperar hasta un 30% de los días de pesca si se opta por mallas de 45 milímetros para la pesquería costera, y hasta un 50% en el caso de la pesca de profundidad utilizando una malla de 50 milímetros. Este enfoque de mayor selectividad, ya adoptado por un 10% de la flota, contribuye a mejorar la sostenibilidad biológica de las capturas, además de reducir el consumo de combustible y facilitar la clasificación de los productos obtenidos.
Otra alternativa para incrementar la recuperación de jornadas en un 3% es la introducción de puertas voladoras. Estas tecnologías, que son financiadas con recursos comunitarios, ya están siendo empleadas por aproximadamente 120 barcos, lo que representa un 20% de la flota, y se traduce en un ahorro de combustible del 30% al ser un arte de pesca más eficiente.
En cuanto a los costos que supone adaptar los barcos a estas exigencias, se estima que la inversión en mallas oscilará entre 500 y 700 euros, un importe que será completamente cubierto por fondos de la Unión Europea. En el caso de las puertas voladoras, el costo es más elevado, alcanzando entre 50.000 y 60.000 euros, pero también será financiado por la UE, descartando en este momento la posibilidad de un plan de reconversión por parte del Ministerio.
Desde el Ministerio de Agricultura se enfatiza que esta inversión es, en términos prácticos, un retorno de fondos públicos, gestionados a través del Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (Fempa). Esta estrategia apunta a la recuperación de los recursos pesqueros y la sostenibilidad, lo que terminará beneficiando a la flota pesquera y al medio ambiente en general.
Respecto al acuerdo recientemente alcanzado en Bruselas, Italia, otro país afectado por las nuevas políticas en el Mediterráneo, ha indicido a sus pescadores que ignoren este acuerdo y acepten las sanciones resultantes. Sin embargo, en España no se contempla esta opción, pues se considera que las medidas propuestas son plenamente asumibles por el sector pesquero.
El departamento liderado por Luis Planas tiene programada una reunión con Cepesca, la patronal de armadores españoles, y con la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores el próximo lunes. Esta reunión tiene la intención de discutir la situación actual y enfrentarse a los calendarios que determinarán los días específicos de pesca en el Mediterráneo.
En relación a los acuerdos establecidos para la pesca en el Atlántico, los resultados han sido positivos, alcanzando cifras significativas en las cuotas de especies como el rape, el jurel oeste y la cigala. En el caso de la merluza sur, que se considera una especie emblemática, se mantiene la cifra de capturas en 10.953 toneladas, con la posibilidad de incrementarse hasta 12.000 toneladas gracias a la buena salud de la pesquería, lo que garantiza estabilidad para las flotas del Cantábrico noroeste y del Golfo de Cádiz, donde hay una cuota más que suficiente para los operadores.
Además, se han resaltado aumentos en las cuotas de especies como el gallo sur, con 3.942 toneladas (732 toneladas más que el año anterior), rape sur (4.340 toneladas, 625 más que en 2024) y la cigala, que es de gran importancia comercial, incrementando su cuota de 12,4 a 25 toneladas. También se logró mantener la cuota de cigala en el Golfo de Cádiz para la unidad funcional 30 (32 toneladas) y revertir la propuesta inicial de recorte de seis toneladas.
Por último, en el Golfo de Cádiz se han incrementado las cuotas de anchoas y sardinas, además de mantener la cigala. Las perspectivas son optimistas para el próximo año, lo mismo que para la flota del Cantábrico Noroeste, que ha logrado mantener las cuotas de merluza sur y besugo, así como aumentos en las de gallos, rapes, cigalas, sardinas y jureles, entre otros.
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