El pasado 17 de diciembre, la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía ha tomado una importante decisión al autorizar la apertura temporal del caladero de chirla (Chamelea gallina) en las zonas de producción de moluscos bivalvos conocidos como AND-103, Punta Umbría, y AND-105, Mazagón. Esta medida se ha fundamentado en el análisis de las condiciones de las zonas afectadas, donde se ha constatado una notable mejora en los valores de rendimiento medio de captura durante el período de cierre de la pesquería, que ha durado dos meses.
Según la resolución emitida por la Dirección General de Pesca y Acuicultura el 5 de diciembre y publicada en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía, se permitirá el marisqueo de chirla en estas áreas a partir del 10 de diciembre de 2024. Sin embargo, se han establecido restricciones que limitan las actividades pesqueras a solo cuatro días a la semana, en cumplimiento con el Plan de Gestión para la captura de esta especie en el Golfo de Cádiz. Este plan contempla el uso de draga hidráulica y rastro remolcado, modalidades que son cruciales para la sostenibilidad del recurso.
Se ha estipulado además, siguiendo lo que establece el artículo 6.3 de la Orden de 6 de abril de 2020, que el tiempo de actividad diario de las embarcaciones dedicadas al marisqueo no podrá exceder las cinco horas a partir de la entrada en vigor de esta nueva resolución. Esta medida busca no solo regular la actividad, sino también preservar el estado saludable de la población de chirla en la región.
Por otro lado, es relevante mencionar que el 1 de julio de 2024 marcó el inicio de la campaña comercial de pesca de chirla tras la publicación de la resolución correspondiente, que fija las directrices para dicha pesquería en el Golfo de Cádiz para la campaña 2024-2025. En ese contexto, se estableció un límite de captura total de 1.700 toneladas para el período que va desde julio de 2024 hasta abril de 2025, además de un tope semanal de 750 kilos por embarcación. Esta regulación pretende asegurar que la actividad pesquera continúe, evitando así sobreexplotar la especie.
Aun así, tras transcurridos tres meses de campaña, se registró una notable disminución en la población de chirla de talla comercial y una evidente caída en el rendimiento obtenido por las embarcaciones. De acuerdo con los datos recolectados por el Instituto Español de Oceanografía (IEO), el rendimiento medio de captura en las áreas de producción de la provincia de Huelva se situó por debajo de 0.6 kg/minuto.
Ante estas preocupantes cifras, se tomó la decisión de cerrar la pesquería, lo que fue oficializado mediante la Resolución de 16 de octubre de 2024, que decretó la suspensión de la pesca de chirla en aguas del Golfo de Cádiz a partir del 25 de octubre de ese mismo año. Esta acción refleja un esfuerzo por manejar el recurso de manera responsable y sostenible.
A pesar de la suspensión, los datos obtenidos a través del sistema electrónico de remisión de notas de venta desde las lonjas del litoral atlántico andaluz (Idapes) parecen ofrecer un rayo de esperanza. Durante el período entre julio y octubre, las descargas alcanzaron las 663.526 kilos, lo que representa menos del 40% del límite de 1.700 toneladas fijado para la campaña 2024-2025.
Por último, se ha revelado que, durante el mes de noviembre, el seguimiento científico continuado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO) ha evidenciado que los valores de rendimiento medio de captura en las zonas de producción de moluscos bivalvos AND-103 y AND-105 han mostrado mejoras significativas durante los dos meses en que se estuvo cerrada la pesquería. Este desarrollo es crucial para la toma de decisiones futuras respecto a la gestión de la pesca de chirla en la región.
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