En medio de las primeras lluvias de otoño, los arroceros de las marismas del Guadalquivir en Sevilla se preparan para comenzar la recolección de su cultivo, según ha informado el presidente de la Federación de Arroceros de Sevilla, Mauricio Soler.

En una entrevista con Europa Press, Soler explicó que una vez que cesen las lluvias, será necesario esperar unos días para que el arroz se seque adecuadamente, ya que es necesario cosecharlo con un máximo de 20% de humedad.

Posteriormente, en el secadero mecánico, se reduce aún más la humedad hasta un 14% para poder almacenarlo sin riesgo de fermentación o incendios, detalló el presidente de los arroceros sevillanos.

Si bien las lluvias afectan la recolección al detenerla y provocar la caída de algunas semillas al suelo, Soler las considera positivas. "Es necesario que llueva para recuperar los pantanos", señaló.

La siembra en las marismas del Guadalquivir tuvo lugar entre finales de mayo y principios de junio, cubriendo el 68% de la superficie disponible. Esta siembra fue posible luego de que la Comisión de Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir les otorgara una dotación de 264 hectómetros cúbicos de agua, dos tercios de la cantidad máxima permitida.

Ante la posibilidad de alcanzar las 200.000 toneladas de producción en la provincia de Sevilla, Soler destacó que esto permitiría cubrir los costes de producción del arroz, teniendo en cuenta campañas anteriores donde la falta de agua imposibilitó la siembra.

En términos de empleo, en una campaña normal se generan alrededor de 5.000 puestos de trabajo, estimando que en esta campaña serán al menos 4.000. Soler señaló la importancia de tener el personal necesario independientemente de la cantidad de tierra sembrada.

El sector arrocero sevillano resalta su capacidad para devolver el 75% del agua que captan de forma clara, actuando como un filtro natural para el río. Asimismo, destaca su papel como "la despensa de Doñana", contribuyendo a la diversidad de flora y fauna en la zona.