SEVILLA, 8 de diciembre.

Desde las primeras horas de este lunes, una multitud de fieles se ha congregado para rendir homenaje a la Esperanza Macarena, quien retorna al culto tras concluir su proceso de restauración. Esta tarea fue llevada a cabo por el restaurador Pedro Manzano, después de la controversia generada en julio por el trabajo del profesor Francisco Arquillo sobre la venerada imagen.

El barrio se ha movilizado de manera extraordinaria, cumpliendo con las expectativas respecto al regreso de María Santísima de la Esperanza Macarena. Ante la previsión de un gran flujo de devotos, la Hermandad tomó la decisión de abrir las puertas de la Basílica desde las 06:00 horas de esta mañana.

La imagen de la Esperanza Macarena estará expuesta a la devoción de sus seguidores de forma continua hasta las 23:00 horas de hoy. Además, permanecerá accesible el martes 9 y el miércoles 10, aunque en esos días el horario se limitará entre las 7:00 y las 21:00 horas, según ha informado oficialmente la Hermandad en su sitio web.

La Hermandad ha establecido un sistema de acceso a la Basílica para los devotos. Aquellos que deseen meditar ante la Esperanza Macarena deberán entrar por la puerta ubicada a la derecha de la reja del atrio, siguiendo el recorrido destinado a los besamanos, y saldrán por la puerta de la tienda de recuerdos de la Basílica.

Por otro lado, los creyentes que prefieran no situarse frente a la imagen podrán entrar a la Basílica sin restricciones a través de la puerta principal, y disfrutar de un espacio amplio en el centro del templo donde podrán contemplar a la Virgen de manera reverente.

Se ha previsto también un acceso preferencial para las personas con movilidad reducida, quienes deberán dirigirse al personal de seguridad para recibir indicaciones sobre cómo llegar a la imagen de la Macarena.

Recientemente, la Hermandad ha compartido una carta del restaurador de la imagen. En ella, Pedro Manzano expresa su profundo honor por haber servidos a la Esperanza Macarena, destacando la importancia del desafío y la responsabilidad que conllevaba la tarea. “Cada jornada ante la imagen ha sido un acto de profundo compromiso”, afirma, enfatizando su dedicación a restaurar no solo la integridad física de la Virgen, sino también su esencia devocional.