Montero descarta dejar la Vicesecretaría del PSOE y anticipa que Espadas seguirá como portavoz en el Senado.
SEVILLA, 9 de enero. La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha afirmado este jueves que no ha considerado dejar su cargo de vicesecretaria general del PSOE federal a raíz de su candidatura para liderar el PSOE andaluz. Durante una entrevista en el programa 'La Ventana Andalucía' de la Cadena SER, recalcó que se espera que el actual secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, pase a desempeñar su rol como portavoz del Grupo Socialista en el Senado una vez que abandone su responsabilidad al frente de la federación andaluza.
Montero hizo estas declaraciones al día siguiente de un evento celebrado en Sevilla, donde formalizó su precandidatura a la Secretaría General del PSOE-A. Este movimiento está enmarcado dentro del proceso congresual que se avecina en la federación socialista con mayor número de militantes. Este proceso culminará en el XV Congreso regional, programado para los días 22 y 23 de febrero en Armilla, Granada.
Cuando se le preguntó si tiene intención de renunciar a su vicesecretaría general en el PSOE federal debido a su aspiración a dirigir el PSOE andaluz, Montero respondió que "no me lo he planteado". Añadió que no ha discutido este asunto ni siquiera con el presidente del Gobierno, aunque sí reconoció que estas funciones pueden ser "compatibles". Afirmó que "otras predecesoras" han demostrado que estos roles se pueden desempeñar simultáneamente, pero se comprometió a discutir el tema con Pedro Sánchez, señalando que se ajustará a lo que él considere "bien".
En cuanto a su decisión de dar este "paso adelante" hacia el liderazgo del PSOE andaluz, Montero destacó que ha mantenido conversaciones previas tanto con el presidente Sánchez como con Espadas. Su motivación radica en la creencia de que el Partido Socialista tiene la capacidad de ofrecer a Andalucía una nueva perspectiva, pues sostiene que esta comunidad autónoma "no puede conformarse con estar a la cola" y debe poner fin al deterioro de los servicios públicos, el cual, asegura, se ha intensificado bajo el Gobierno del PP-A. Reiteró su intención de "salir a ganar" las próximas elecciones andaluzas, un propósito que asegura que logrará.
Asimismo, Montero defendió su desempeño en el Gobierno de España, mencionando que ha compaginado su rol como vicepresidenta y ministra de Hacienda durante más de seis años con un equipo excelente y con resultados dispares. Al respecto, afirmó con optimismo que "la economía de España va como un cañón".
Respecto al futuro de Juan Espadas tras su decisión de no ser reelegido como secretario general del PSOE-A, Montero indicó que "pasará lo que él quiera". Aclaró que Espadas podría continuar en el Parlamento andaluz como responsable del Grupo Socialista y asumirá la tarea de replicar al presidente de la Junta, Juanma Moreno, en las sesiones de control al Gobierno. Montero aseguró que Espadas seguirá ejerciendo su papel como portavoz en el Senado, valorando positivamente su actividad actual en esta función.
En sus declaraciones, Montero agradeció públicamente a Espadas por su difícil labor al frente del PSOE-A en un momento "especialmente crítico", enfatizando que "pasar del gobierno a la oposición" no es una tarea sencilla, un reto que el partido socialista tuvo que enfrentar en Andalucía tras los acontecimientos de 2019.
La precandidata subrayó que su propuesta para liderar el PSOE-A debe ser "colectiva" y que será factible si "todos" los militantes se involucran en ofrecer a Andalucía una oferta electoral viable desde la izquierda. Consideró que la mejora en áreas como sanidad y educación debe ser un objetivo común para que los ciudadanos retomen el orgullo de su autogobierno.
Además, Montero mencionó que es "más importante" que los equipos que se formen sea que "el conjunto de las agrupaciones" socialistas andaluzas se vea interpelado por su candidatura. Reiteró que cada militante debería ser capaz de comunicar en sus entornos, ya sea en la escuela, el lugar de trabajo, o en su comunidad, los proyectos y valores que el Partido Socialista representa para Andalucía.
En respuesta a si considera que "Andalucía ha dejado de ser de izquierdas", dado el éxito del PP-A en las recientes elecciones, Montero afirmó de manera categórica que "rotundamente no". Sostuvo que la mayoría de la población andaluza demanda una política de izquierda. A su entender, es vital comunicar de manera clara y sencilla a los andaluces las políticas del Gobierno de España que han promovido el bienestar general, como el aumento del Salario Mínimo Interprofesional, así como resaltar la contraposición de la postura del PP, que "se ha opuesto sistemáticamente" a iniciativas que benefician a la mayoría.
Más adelante, criticó la gestión de Juanma Moreno, argumentando que no ha realizado "ninguna" iniciativa significativa en sus seis años al frente de la Junta que haya contribuido al bienestar de los ciudadanos. Aseguró que todos los proyectos de inversión en Andalucía han sido gestionados desde el Gobierno de España, a pesar de que el presidente de la Junta pueda intentar "ponerse en la foto" después.
Montero enfrentó las críticas del PP-A hacia su figura como un signo de "miedo y nerviosismo", sugiriendo que su decisión de liderar el PSOE-A implica que este partido está listo para luchar por el triunfo. Sin embargo, aclaró que no se dejará distraer por esas críticas, ya que su verdadera tarea es "devolver la ilusión" y "la esperanza" a los "progresistas de Andalucía".
Finalmente, ante la pregunta sobre posibles cambios en las direcciones de las agrupaciones provinciales del PSOE andaluz tras los congresos venideros, Montero afirmó que este tema "ahora no toca", y expresó su deseo de que los militantes y agrupaciones provinciales se enfoquen en lo más inmediato: el próximo congreso de la federación andaluza, dejando para más adelante los debates sobre los congresos provinciales.
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