En un pronunciamiento reciente, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha ratificado la sentencia que condena a una mujer por retener a otra en un cortijo de Almería para obligarla a ejercer la prostitución. La víctima, en busca de un trabajo digno para ayudar a su familia, se vio atrapada en una situación precaria en la que fue explotada durante dos meses.
La condena incluye cinco años y un día de cárcel por detención ilegal y prostitución coactiva, así como una orden de alejamiento de diez años y el pago de una indemnización de 10.000 euros. La víctima, tras llegar a España con la esperanza de encontrar empleo, se vio en la calle en Níjar debido a su situación irregular y desconocimiento del idioma.
Desesperada, buscó ayuda y fue llevada a un cortijo donde conoció a la acusada, quien la obligó a prostituirse. El tribunal valoró el testimonio de la víctima como creíble y corroborado por evidencia del lugar donde fue retenida y los detalles de su explotación.
La mujer fue sometida a trabajar todo el día en condiciones insalubres y bajo amenazas de la acusada. La víctima logró escapar tras dos meses de cautiverio y denunció la situación siete meses después de recuperarse. La sentencia recalca que la privación de libertad va más allá de una simple explotación sexual, constituyendo un delito de detención ilegal adicional.
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