ALMERÍA, 20 de noviembre.
En un reciente acontecimiento que ha suscitado la preocupación de autoridades y ciudadanos por la protección del bienestar infantil, la Policía Nacional ha logrado desbaratar un presunto intento de traslado irregular de tres menores hacia Marruecos. Este intento fue llevado a cabo por su padre, quien no contaba con la debida "autorización legal" para cruzar la frontera. El incidente tomó un giro inesperado cuando una de las niñas logró pedir ayuda a un agente en el Puerto de Almería, aferrándose a su uniforme en un claro acto de desesperación.
La intervención se dio en el filtro de salida destinado a peatones con rumbo a Nador, donde los agentes notaron la presencia de un ciudadano marroquí que intentaba llevar consigo a una niña de 13 años y a dos niños de 7 y 9 años, todos ellos supuestos hijos del hombre. Según la información proporcionada por la Comisaría, se evidenció que el visado de los menores estaba caducado desde hacía dos años, una irresponsabilidad que contrasta con el estatus vigente del visado del padre.
Fue en este punto crucial que la menor de 13 años, en un acto de valentía, clamó por ayuda. Se aferró firmemente al uniforme de uno de los agentes, angustiándose mientras suplicaba que no la dejaran a solas con su padre. Este comportamiento alarmante produjo una respuesta inmediata de los policías, quienes, conscientes de la vulnerabilidad de los menores, decidieron separarlos de su progenitor, generando un ambiente seguro que les permitiera expresar sus inquietudes sin temor.
Al ser interrogados, los menores explicaron que residían en Madrid bajo el cuidado de un familiar que había asumido el rol de tutor legal tras el fallecimiento de su madre, ocurrido dos años atrás. Mencionaron que su padre había aparecido recientemente en el hogar del familiar, alegando que deseaba pasar un día con ellos, aunque en realidad, utilizó esta visita como una fachada para intentar sacarles del país sin los permisos pertinentes.
Gracias a las gestiones realizadas con la Fiscalía de Menores, se confirmó que el familiar que reside en la capital española tenía la tutela efectiva de los niños. Como resultado de esta situación, los menores fueron trasladados a un centro especializado mientras se organizaba su posterior entrega a su cuidador legal.
Asimismo, la Policía Nacional ha puesto en marcha una investigación para esclarecer todos los aspectos del caso y determinar las posibles acciones legales que puedan surgir de esta compleja situación, que pone de manifiesto los retos que enfrentan muchas familias en la actualidad y la importancia de la protección de los derechos de los menores.
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