SEVILLA 28 Nov. En una jornada marcada por la tensión, los diputados del Grupo Socialista y del Grupo Mixto-Adelante Andalucía decidieron abandonar el salón de plenos del Parlamento andaluz durante el turno de preguntas al presidente de la Junta, Juanma Moreno, del Partido Popular (PP-A). Este hecho ocurrió en el contexto de una sesión de control al Gobierno andaluz y vino después de un intercambio de acusaciones entre las distintas formaciones políticas, donde tanto el PSOE-A como Adelante Andalucía arremetieron contra la conducta del presidente de la Cámara, Jesús Aguirre del PP-A, a quien acusaron de realizar una "cacicada" y demostrar una clara falta de imparcialidad.
La controversia se desató tras una intervención del portavoz del grupo parlamentario Vox, Manuel Gavira, quien planteó una pregunta al presidente Moreno en la que hizo referencia a una reciente sentencia de la Audiencia de Sevilla. Este fallo condena a varios excargos del sindicato UGT-A, incluido su exsecretario general, Francisco Fernández, por fraude en subvenciones, lo que llevó a Gavira a calificar a UGT como un sindicato “corrupto” durante su exposición.
Esta declaración provocó la inmediata respuesta de la portavoz socialista, Ángeles Férriz, quien solicitó a Aguirre que le pidiera a Gavira una rectificación. En una postura que muchos consideraron parcial, Aguirre se negó a darle la palabra a Férriz, argumentando que no la tenía disponible en ese momento y desatando las críticas del PSOE-A.
El siguiente en hacer uso de la palabra fue Juan Espadas, líder del Grupo Socialista. Espadas no dudó en criticar al presidente del Parlamento por haberle negado la palabra a Férriz mientras que, en la misma sesión, sí le había concedido a su colega del PP-A, Toni Martín, la opción de responder a acusaciones similares de corrupción. Esto evidenció, según Espadas, un claro desbalance en la gestión de Aguirre al frente del Parlamento andaluz.
Espadas insistió en que Aguirre debería retirar del acta las palabras de Gavira que hablaban de “sindicatos corruptos”, defendiendo que esas afirmaciones carecían de base legal y, en particular, que no contaban con sentencias que las respaldaran. Sin embargo, Aguirre desestimó esta solicitud hasta el final de la intervención de Espadas, cuando finalmente se dirigió a Gavira para solicitarle una retractación sobre sus declaraciones.
Gavira, sin embargo, se mantuvo firme en su acusación, afirmando que su postura estaba respaldada por una resolución judicial. A pesar de la negativa de Gavira a retractarse, Aguirre anunció que la acusación sería retirada del Diario de Sesiones. En ese instante, los diputados del PSOE-A comenzaron a abandonar el hemiciclo, un gesto que fue acompañado por los parlamentarios de Adelante Andalucía, que también se retiraron, evidenciando su desacuerdo con la conducto del presidente de la Cámara.
Se supo que los representantes del grupo Por Andalucía ya habían salido previamente del salón, una acción que se ha vuelto habitual durante las intervenciones del portavoz del PP-A en estas sesiones. Fuentes de la coalición, que incluye a Podemos e Izquierda Unida (IU), explicaron que esta retirada busca protestar contra el uso de la tribuna y la falta de respeto a los debates legislativos.
En medio de esta confusión, Toni Martín, portavoz del Grupo Popular, recordó que no le parecía correcto que un grupo con 30 diputados, que en el pasado había tenido la responsabilidad de gobernar Andalucía, abandonara el pleno. Esta acción, según él, no hacía más que descalificar al Grupo Socialista y reflejar una actitud irresponsable frente a las responsabilidades del Parlamento.
La salida de los diputados socialistas fue justificada por ellos como una respuesta al "abuso" de poder del presidente de la Cámara. Desde el PSOE-A denunciaron una gestión que consideran completamente partidista de Aguirre, a quien acusaron de actuar más como un comisario del PP que como una figura neutral en la dirección de la sesión plenaria.
Las críticas hacia Aguirre no se detuvieron ahí. El Grupo Socialista subrayó que su liderazgo está sometiendo el funcionamiento del legislativo andaluz a los dictámenes y deseos del presidente Moreno Bonilla y su Ejecutivo. Esto, según los socialistas, compromete la soberanía del Parlamento andaluz en favor de las estrategias políticas de la derecha.
Por su parte, desde Adelante Andalucía comunicaron que su salida del salón fue también una forma de protesta, coordinándose con el PSOE-A para cuestionar la imparcialidad de Aguirre. Además, exigieron la retirada de la palabra "imputado" utilizada por José Ignacio García en relación a la actual gerente del Servicio Andaluz de Salud, Valle García, que se encuentra bajo investigación judicial.
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