Crónica Andalucía.

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Sentenciado a 17 años de prisión por el asesinato de un sacristán en Alcalá la Real.

Sentenciado a 17 años de prisión por el asesinato de un sacristán en Alcalá la Real.

En un impactante fallo judicial, la Audiencia de Jaén ha dictado una sentencia de 17 años de cárcel para un hombre de 36 años, quien fue declarado culpable de asesinato con alevosía. Este trágico suceso tuvo lugar en febrero de 2021, a las puertas de la Iglesia de la Consolación en Alcalá la Real, donde el acusado realizaba actividades de mendicidad.

La decisión del jurado fue unánime, tras deliberar el pasado 5 de noviembre, y consideraron que el ataque perpetrado por el acusado fue completamente inesperado y sorpresivo. Esto dejó a la víctima, un sacristán de 53 años, sin ninguna posibilidad de defenderse o escapar de la situación mortal en la que se encontraba.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press a través del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, se detalla que el jurado determinó que el trastorno de personalidad padecido por el acusado no le impidió entender la ilicitud de sus acciones ni afectó su capacidad de decisión y raciocinio al momento de atentar contra la vida de la víctima, a quien agredió a golpes y con una navaja.

Además de la condena de prisión, el tribunal ha impuesto una responsabilidad civil que obliga al acusado a indemnizar al hermano del sacristán fallecido con 40.000 euros, una cifra que refleja la gravedad del crimen y su impacto emocional en la familia de la víctima.

El jurado, en un claro respaldo a las alegaciones del Ministerio Fiscal, desestimó la posibilidad de aplicar eximentes o atenuantes, tal como la defensa había solicitado. Las pruebas y testimonios reunidos durante el juicio apuntaron al hecho de que el conflicto se originó cuando el sacristán aconsejó al acusado que se colocara una mascarilla protectora, un requisito en ese momento debido a la pandemia. Esta recomendación se transformó en el desencadenante de la agresión.

El ataque fue brutal; el acusado no dudó en propinar múltiples golpes y puñetazos al sacristán, y en un momento determinado, sacó una navaja que había llevado oculta entre sus ropas. Con este arma, infligió numerosas cuchilladas, alcanzando crucialmente su torso y cabeza, lo que dejó a la víctima sin posibilidad alguna de defensa.

El resultado de este acto de violencia fue devastador: las lesiones sufridas por el sacristán fueron tan severas que, según los forenses, fueron incompatibles con la continuidad de la vida, siendo la causa de muerte un shock hemorrágico-hipovolémico derivado de las múltiples heridas profundas ocasionadas por los repetidos navajazos.

Las aportaciones de los testigos que presenciaron el crimen fueron determinantes para la rápida detención del acusado, quien fue arrestado pocas horas después del ataque y ha permanecido encarcelado desde entonces. Ya en enero de 2023, se decidió prorrogar su medida de prisión provisional debido a la gravedad de los hechos.

Los testimonios en el juicio reflejaron un comportamiento inquietante por parte del agresor: los testigos afirmaron que el acusado estaba tranquilo durante el ataque, y solo cesó su agresión cuando le informaron de que iban a alertar a la policía. Al finalizar el ataque, se retiró del lugar caminando con calma.

Además de la sentencia actual, es importante señalar que el condenado ya había tenido antecedentes penales, habiendo sido sentenciado en 2019 a cerca de dos años de prisión por apuñalar a un compañero de piso, un hecho que había quedado suspendido bajo la condición de no delinquir en un periodo de dos años, lo cual evidentemente violó al cometer este nuevo crimen.

Finalmente, cabe destacar que esta sentencia aún no es firme y puede ser objeto de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, lo que mantiene abierta la posibilidad de un cambio en la decisión judicial.