Huelva, 6 de diciembre. Un hombre ha sido condenado a tres años y un día de prisión por la Audiencia Provincial de Huelva, tras ser hallado culpable de un atentado contra agentes de la autoridad. Este incidente ocurrió cuando el acusado aceleró su vehículo en la carretera N-433, en el cruce con la carretera de Navahermosa, poniendo en grave riesgo la vida de uno de los agentes que realizaban un control de verificación de personas.

La sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, revela que la Audiencia ha acogido parcialmente el recurso presentado por la defensa, que solicitaba la impugnación de la decisión del Juzgado de lo Penal número 4, que había impuesto una pena de cuatro años. Finalmente, la pena fue reducida a tres años y un día, teniendo en cuenta que el acusado no contaba con antecedentes penales previos por conductas similares. Sin embargo, se ratificó el castigo por la peligrosidad del hecho, lo que justifica una pena de grado superior.

Además, el hombre fue condenado a un año de prisión y a la prohibición de conducir durante dos años y seis meses, por un delito relacionado con la seguridad vial. La información considera probado que el incidente tuvo lugar alrededor de las 21:00 horas del 24 de enero de 2022, cuando el acusado, que tenía antecedentes no relevantes para la reincidencia, conducía por una rotonda iluminada en la N-433, cerca de Aracena.

Durante su recorrido, los agentes de la Guardia Civil que se dirigían hacia Jabugo notaron que el acusado les miraba mientras conducía, y tenían conocimiento previo de su identidad debido a incidentes anteriores. En lugar de seguir la ruta hacia Jabugo, el hombre decidió desviarse hacia un polígono industrial cercano, lo que llevó a los agentes a establecer un control en el cruce con la carretera de Navahermosa.

Cuando uno de los agentes se posicionó en la carretera, identificándose con un chaleco reflectante y señalizando con su vehículo, el acusado optó por acelerar en dirección al guardia civil. Para evitar ser atropellado, el agente tuvo que apartarse rápidamente a un lado de la carretera. Esto desencadenó una persecución, durante la cual el acusado realizó maniobras temerarias, invadiendo el carril contrario y superando a otros vehículos en zonas con línea continua sin ninguna señal de advertencia.

El acusado logró escapar inicialmente, dirigiéndose hacia Galaroza por una ruta alterna, mientras los agentes lo seguían de cerca. Eventualmente, el condenado volvió a ser avistado en el pueblo, donde continuó su conducción imprudente, desde adelantamientos riesgosos hasta poner en peligro a peatones que se vieron obligados a huir para no ser atropellados. Ante esta situación crítica para la seguridad ciudadana, los agentes decidieron interrumpir la persecución.

La suma de estos actos ha llevado a la condena del hombre por atentado a la autoridad, así como a su responsabilidad por infracciones graves de seguridad vial, resultando en la pena efectiva de tres años y un día de prisión, junto con la suspensión de su derecho a conducir por un periodo considerable.