El Ayuntamiento de Sevilla, con los votos del Partido Popular y Vox, ha aprobado el artículo 12 de la Ordenanza de Medidas para el Fomento y la Garantía de la Convivencia Ciudadana en los Espacios Públicos. A partir de ahora, la Policía Local podrá multar con hasta 750 euros a quienes transiten o permanezcan en la vía pública o espacios públicos sin ropa o únicamente en ropa interior; con ropa o complementos que representen los genitales del ser humano o con muñecos o elementos de carácter sexual. Esta modificación de la ordenanza entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP).

El PSOE y la confluencia Con Podemos-IU han rechazado esta modificación por considerar que tiene una redacción ambigua y una interpretación abierta, al tiempo que se fijan infracciones administrativas por algo que no es delito en el Código Penal. El concejal socialista Juan Carlos Cabrera ha expresado su preocupación por este retroceso de 40 años al intentar definir lo que es ordinario o no, lo que es obsceno o no. Mientras tanto, el concejal de IU Ismael Sánchez ha planteado la pregunta de si pueden multar a alguien por llevar un culote.

El edil de Con Podemos-IU ha acusado al gobierno municipal de querer ganar una batalla ideológica y ha argumentado que el equipo del 'popular' José Luis Sanz no cree en la libertad de expresión ni en la sátira. Ignacio Flores, delegado de Seguridad, ha criticado a las fuerzas de izquierda por poner excusas para no trabajar y ha señalado que no se pueden presentar alegaciones a una modificación puntual de un artículo.

Ignacio Flores ha defendido esta modificación argumentando que es impresentable algunas de las despedidas que se ven por Sevilla, ya que son un desprecio a la ciudad y es necesario poner orden. Por su parte, el concejal de Vox Gonzalo García de Polavieja ha reconocido que esta modificación no es perfecta, pero ha cuestionado las críticas del PSOE, preguntando cuál es la alternativa, ya que según él, el PSOE no ha hecho nada en los últimos ocho años.

El alcalde José Luis Sanz ha explicado que esta modificación es un paso definitivo para regular un tipo de turismo que no le interesa a la ciudad. Además, ha destacado que era un compromiso que había hecho antes de ser alcalde y ha manifestado que Sevilla es una ciudad abierta al turismo, pero no pueden consentir que la imagen quede en entredicho por estas celebraciones que perturban la normal convivencia entre vecinos y visitantes. Asimismo, ha asegurado que quieren garantizar la mejor convivencia posible entre los turistas y los sevillanos.