JAÉN, 7 de noviembre.

La Policía Nacional ha llevado a cabo la detención de tres individuos en la localidad de Linares, en Jaén, cuyas edades oscilan entre los 22 y 45 años. Estos hombres están siendo investigados por su presunta participación en una serie de tiroteos que han tenido lugar entre clanes rivales. Las autoridades consideran a los detenidos como los posibles responsables de un delito relacionado con la tenencia ilícita de armas.

La primera de estas detenciones se produjo el 20 de septiembre, cuando agentes de Seguridad Ciudadana, atentos a los ruidos del entorno, escucharon múltiples disparos de fuego. Al localizar en la zona a un hombre que portaba un arma larga, se constató que este estaba disparando indiscriminadamente contra varios edificios. En el mismo día se registró un segundo tiroteo, y al día siguiente, un tercero, lo que evidenciaba una escalada de violencia en la comunidad.

Fue un grupo de agentes que realizaban labores de patrullaje en la Barriada de Arrayanes quienes, al inspeccionar la zona, encontraron un vehículo con las puertas abiertas. En su interior hallaron un revólver y una escopeta, lo que motivó la inmediata intervención tanto del automóvil como de las armas. Posteriormente, fueron detenidos dos hombres identificados como los ocupantes del vehículo, quienes también se encontraban como los presuntos propietarios de las armas encontradas.

La gravedad de estos incidentes llevó a la Policía Nacional a implementar un dispositivo especial con el fin de prevenir cualquier posible altercado, luego de que se recibieran múltiples avisos de disparos en la Barriada de Arrayanes, un claro indicio de la tensión que se vivía en el área.

Las indagaciones de los agentes permitieron desvelar que las raíces de los tiroteos se encontraban en disputas entre dos clanes familiares establecidos en diferentes barrios de la localidad, mostrando una vez más cómo estas fricciones pueden desencadenar en actos de violencia que afectan a la paz social.

Los hombres detenidos, tras ser puestos a disposición judicial, han quedado en libertad bajo cargos, un desarrollo que ha generado inquietud sobre la posibilidad de que la violencia vuelva a resurgir en la zona.