La Estación Biológica de Doñana ha informado de la presencia de Virus del Nilo Occidental (VNO) en mosquitos capturados en varios municipios de Andalucía, según el último informe de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Salud y Consumo.
Además, se ha confirmado un caso de Fiebre del Nilo Occidental (FNO) en un caballo en el municipio de Almonte, gracias a la integración de las vigilancias realizadas por Salud Pública y el Servicio de Sanidad Animal.
También se han detectado aves positivas en VNO, concretamente una águila imperial en La Campana, un pollo de águila perdicera en El Cuervo y un pollo de águila imperial en Fuente Obejuna, según los datos del servicio de vigilancia epidemiológica de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul.
A pesar de esto, las trampas utilizadas para el seguimiento de los mosquitos en las provincias de Sevilla, Cádiz, Huelva y Córdoba han dado negativo en cuanto a la presencia del virus.
La densidad poblacional de los mosquitos de las especies Culex perexiguus y Culex pipiens se ha mantenido estable durante esta semana, con los municipios clasificados en los Grados I y II.
Las delegaciones territoriales de Salud y Consumo de las provincias afectadas han informado a los responsables municipales sobre las medidas de salud pública a tomar para reducir las posibilidades de transmisión a la población.
La vigilancia entomológica, que consiste en la vigilancia de mosquitos, es clave para la detección temprana de la circulación del virus en Andalucía y la adopción de medidas de control adecuadas.
El seguimiento periódico de las poblaciones de mosquitos mediante trampas nos permite conocer las especies presentes, la densidad poblacional y la detección del virus del Nilo Occidental en especies transmisoras como Culex perexiguus, Culex pipiens, Culex modestus y Culex laticinctus.
Se realizan trampas en 26 municipios de Andalucía para localizar los emplazamientos estratégicos y obtener información sobre la progresión del vector en territorios con niveles de riesgo más bajos.
El objetivo es detectar el aumento de mosquitos transmisores y la circulación del virus para intensificar las acciones de vigilancia, control y comunicación en las áreas afectadas, reduciendo así las posibilidades de transmisión a los humanos.
Las trampas se localizan en zonas donde se espera una alta abundancia de las principales especies transmisoras del virus antes de su mayor presencia en los núcleos poblacionales.
Además de las trampas, se llevan a cabo otras actividades de vigilancia entomológica en Andalucía, como el Proyecto Arboprevent, que incluye 800 puntos de muestreo en varias provincias, y el Servicio de Control de Mosquitos de la Diputación provincial de Huelva, que cuenta con 23 estaciones de trampeo.
Todo esta información se coordina y se integra con otras vigilancias realizadas en caballos, aves y personas, con el objetivo de seguir de cerca la situación desde la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica.