Crónica Andalucía.

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La construcción de la Catedral de Sevilla

La construcción de la Catedral de Sevilla

La Catedral de Sevilla es uno de los monumentos más emblemáticos de Andalucía y de España. Sus orígenes se remontan al siglo XII, cuando la ciudad estaba bajo el dominio musulmán y el lugar que hoy ocupa la Catedral era una mezquita. Tras la conquista cristiana en 1248, la mezquita fue reconvertida en iglesia y se inició la construcción de una catedral que duraría varios siglos.

El inicio de la construcción

La construcción de la Catedral de Sevilla comenzó en el siglo XV, en el año 1401. El rey Enrique III de Castilla ordenó la construcción de una catedral más grande y más impresionante que la anterior. Para ello, se decidió derribar la antigua mezquita y la iglesia que se había construido en su lugar.

La primera piedra se colocó en el mes de agosto de ese mismo año. Durante los primeros años de construcción, se trabajó en el transepto de la nueva catedral. Se construyó también el coro, los arcos y las bóvedas. Sin embargo, las obras se vieron interrumpidas durante varias décadas debido a conflictos políticos y económicos.

Arquitectos y estilos

A lo largo de los siglos XV y XVI, la construcción de la Catedral de Sevilla estuvo dirigida por varios arquitectos de renombre. El primero de ellos fue Alonso Martínez, a quien sucedió Juan Gil de Hontañón. En el siglo XVI se incorporó a las obras uno de los arquitectos más conocidos de la época: Hernán Ruiz. Ruiz introdujo en la construcción el estilo plateresco, que se caracterizaba por la decoración con elementos vegetales y animales.

En el siglo XVII se retomó la construcción con la incorporación de otro arquitecto importante: Alonso Cano. Cano introdujo el estilo barroco en la catedral, que se puede ver en la decoración de las capillas y en la fachada principal. Durante el siglo XVIII se continuaron las obras, pero con un estilo más clasicista.

El retablo mayor

Una de las partes más impresionantes de la Catedral de Sevilla es el retablo mayor, situado en el altar mayor. Este retablo fue construido en el siglo XV por los hermanos Alemanes. Se trata de un retablo de estilo gótico tardío, que cuenta con más de 45 paneles tallados en madera. En el centro del retablo se encuentra una imagen de la Asunción de la Virgen.

La Giralda y la Torre del Oro

Además de la catedral en sí, otro de los elementos más destacados de este monumento es la Giralda. Se trata del campanario de la catedral, que fue construido en el siglo XII por los musulmanes y posteriormente reformado y ampliado por los cristianos. La Giralda es un símbolo de la ciudad de Sevilla y se puede subir a ella para disfrutar de unas vistas impresionantes.

La Torre del Oro es otra de las construcciones que se encuentra junto a la Catedral de Sevilla. Esta torre fue construida en el siglo XIII por los almohades como parte de las defensas de la ciudad. Su nombre proviene de los reflejos dorados que se producen en el río Guadalquivir.

La construcción final

A pesar de que la construcción de la Catedral de Sevilla se inició en el siglo XV, no fue hasta el siglo XIX cuando se terminó completamente. En 1823 se colocó la última piedra y se inauguró la catedral en su totalidad. A lo largo de los siglos, la construcción de la Catedral de Sevilla ha sido un ejemplo de la evolución de la arquitectura y de la riqueza cultural de Andalucía y de España.