 
                                        Andalucía es una región española que se caracteriza por tener un patrimonio histórico, artístico y cultural muy rico y variado. Uno de los elementos que destaca en su patrimonio es la variedad de estilos que podemos encontrar en los sistemas de iluminación de las diferentes ciudades y pueblos que la componen.
La iluminación tradicional andaluza se caracteriza por el uso de faroles de hierro forjado y vidrios de colores, que se pueden encontrar en muchas plazas y calles de las ciudades y pueblos andaluces.
Estos faroles suelen tener un estilo clásico y elegante, y están adaptados a las características del entorno arquitectónico y urbano en el que se ubican, contribuyendo a la creación de una atmósfera acogedora y tranquila.
Además de los faroles, la iluminación tradicional andaluza también incluye el uso de farolillos, que son pequeñas lámparas colgantes que se utilizan para decorar balcones y patios durante las fiestas populares.
En las grandes ciudades andaluzas, como Sevilla, Málaga o Granada, podemos encontrar sistemas de iluminación más modernos, que utilizan tecnologías más avanzadas y sostenibles.
En Sevilla, por ejemplo, se ha implantado un sistema de iluminación led en el casco antiguo de la ciudad, que ha mejorado la calidad lumínica y ha reducido el consumo energético, contribuyendo así a la conservación del patrimonio histórico y a la sostenibilidad del entorno urbano.
La iluminación festiva es una de las señas de identidad de muchas ciudades y pueblos andaluces, especialmente durante la Navidad y la Feria de Abril de Sevilla.
En estas fiestas, las calles y plazas se llenan de luces de colores, guirnaldas y decoraciones temáticas, creando un ambiente mágico y festivo que atrae a miles de visitantes de todo el mundo.
Por último, la iluminación en patios y jardines andaluces es otro de los elementos que merece especial atención.
Los patios andaluces son espacios interiores que se caracterizan por su frescura y luminosidad, y que suelen estar adornados con plantas, fuentes y cerámica, entre otros elementos.
Para iluminar estos espacios, se utiliza una iluminación suave y difusa, que resalta la belleza de los detalles y evita el deslumbramiento.
En conclusión, la variedad de estilos en los sistemas de iluminación de Andalucía es uno de los rasgos más destacados de su patrimonio, que refleja la riqueza y diversidad de su historia y cultura.