En el sur de España, más precisamente en la región de Andalucía, existió un grupo de hombres que se ganó la fama de bandoleros. Estos individuos eran considerados como un peligro, ya que se encargaban de robar a quien pasara por su camino y, en su mayoría, eran perseguidos por la justicia. Sin embargo, para muchos andaluces, estos bandoleros fueron héroes y defensores de la justicia, resistiendo a las injusticias a las que eran sometidos en aquel tiempo. Hoy en día, los bandoleros siguen siendo un tema de interés en la historia y cultura andaluza.
Los bandoleros andaluces eran hombres solitarios o en grupos, que robaban a los viajeros que transitaban por los caminos rurales y carreteras de la región, muchas veces por necesidad y por falta de oportunidades. Algunos de ellos eran fugitivos de la ley, perseguidos por la justicia debido a haber cometido algún delito y otros por haber defendido a los más débiles. Muchos de ellos eran vistos como personajes carismáticos y se les otorgaba reconocimiento por su coraje y valentía.
Los bandoleros eran considerados héroes por gran parte de la población andaluza. En aquellos tiempos, el poder gubernamental de la época era centralizado y la justicia no siempre era igual para todos, especialmente si se trataba de individuos pobres. Los bandoleros surgieron como defensores del pueblo andaluz y de los derechos humanos, en un momento en el que el abuso y la injusticia eran moneda corriente. En la era industrial, el suelo árido e infértil de Andalucía, no ofrecía muchas oportunidades para la población local, por lo tanto, la delincuencia era una forma de subsistencia para muchos de ellos. Los bandoleros eran vistos como una especie de "Robin Hood" que tomaban lo que necesitaban y lo compartían con los menos afortunados.
Andalucía tiene a algunos de los bandoleros más famosos de la historia, cuyo legado aún se mantiene presente en la memoria andaluza. Entre ellos, se pueden citar:
En el siglo XIX, la situación económica en Andalucía comenzó a mejorar, y esto contribuyó a que la delincuencia disminuyera. Además, el gobierno dictó leyes más severas contra la delincuencia y se aumentó la presencia policial en las carreteras rurales. Con todo esto, los bandoleros comenzaron a perder su poder y no fueron más vistos como héroes sino como delincuentes.
Los bandoleros andaluces fueron un aspecto fundamental en la historia de la región. Se ganaron el cariño y el respeto del pueblo andaluz, gracias a su lucha contra la injusticia y a que se consideraban como una especie de defensores de los derechos de los más humildes. Actualmente, se sigue hablando de ellos y su historia se ha convertido en una parte importante de la cultura andaluza.