Crónica Andalucía.

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Asaja-Huelva destaca el éxito de la campaña de corcho, aunque advierte sobre los riesgos de la sequía.

Asaja-Huelva destaca el éxito de la campaña de corcho, aunque advierte sobre los riesgos de la sequía.

HUELVA, 28 de septiembre. La campaña de extracción de corcho para el año 2025 ha transcurrido, en líneas generales, de forma satisfactoria a pesar de comenzar más tarde de lo habitual. La cosecha ha disminuido entre un 15% y un 18%, pero esta merma no pone en peligro el suministro, ya que la demanda en el mercado también ha experimentado un descenso. Este año se ha vuelto a poner el énfasis en la creciente amenaza de la seca, así como en la imperante necesidad de invertir en investigación y en prácticas de manejo sostenible en los bosques.

Vicente Domínguez, responsable del departamento de Medio Ambiente, Forestal y Caza de Asaja-Huelva, ha compartido con Europa Press que, a pesar del inicio tardío de la campaña, que no pudo comenzar hasta finales de junio debido a que los árboles no llegaron a su estado óptimo antes, finalmente se logró cumplir con las expectativas establecidas y satisfacer las necesidades de la industria.

Aunque el inicio fue más tardío en comparación con años anteriores, debido al hecho de que los árboles comenzaron a comportarse adecuadamente a finales de junio, la campaña mantuvo una duración normal, extendiéndose hasta finales de agosto sin inconvenientes mayores.

Domínguez también ha comentado que, a pesar de la persistente falta de mano de obra especializada, este año no se ha presentado como un obstáculo grave, ya que el tiempo de la campaña se prolongó favorablemente.

Sin embargo, existen fincas específicas en las que no se ha podido extraer toda la producción proyectada, principalmente por la presencia de corchos delgados y un aumento en el número de árboles afectados por la seca, que imposibilitan una extracción sin causar daños permanentes.

En Andalucía, el periodo legal de extracción se extiende desde el 1 de junio hasta el 1 de septiembre. Domínguez ha recordado que, a partir de 2024, existe la posibilidad de adelantar la extracción al 15 de mayo si las condiciones lo permiten. Para este año, no fue necesario, ya que los árboles no estaban en óptimas condiciones, pero subrayó que esta flexibilidad es crucial para optimizar el uso de recursos y el escaso personal disponible.

El responsable de Asaja-Huelva ha agradecido a la Junta de Andalucía por aprobar esta medida que solicitaban, reconociendo su visión y sensibilidad ante la situación del sector.

En términos de extracción, aunque ha habido una reducción del 15% al 18% en comparación con 2024, esta baja no afecta el suministro, gracias a la paralela disminución de la demanda. Domínguez ha destacado que se mantiene un equilibrio entre la oferta y la demanda que garantiza una cierta estabilidad en el mercado.

Los precios han registrado una caída generalizada de alrededor del 20% respecto al año anterior, consecuencia de la menor demanda y la inclinación hacia el uso de tapones microgranulados en detrimento del uso del corcho natural.

Domínguez ha enfatizado que cada año aumenta el número de alcornoques afectados por la seca, un fenómeno que complica la extracción y compromete la calidad y disponibilidad a futuro del corcho. “Es una amenaza silenciosa que pone en riesgo nuestras dehesas”, advirtió.

Según él, la seca no solo elimina árboles, sino que también dificulta la regeneración y fuerza a descartar terrenos enteros durante la campaña. Esto hace que invertir en investigación y en buenas prácticas silviculturales se vuelva cada vez más urgente para fortalecer la resiliencia de los alcornocales.

Además, Domínguez ha advertido que la calidad del corcho ha disminuido debido a una mezcla de arbolado envejecido, plagas, enfermedades y, en ocasiones, malas prácticas silviculturales. “Si bien no podemos controlar el clima, sí tenemos la capacidad de mejorar nuestra gestión forestal, asegurando así árboles sanos y corcho de calidad”, ha propuesto.

A pesar de todo, Huelva cuenta con una ventaja significativa: la existencia de miles de hectáreas de alcornoques jóvenes, resultado de las ayudas a la reforestación de la década de los 90. Esta regeneración se considera esencial para el futuro de las dehesas siempre que se acompañe de un manejo adecuado de la poda.

Domínguez ha advertido que un mal descorche puede causar daños irreparables que afecten la producción futura del árbol. “Es crucial erradicar prácticas como los desbornizos prematuros, que condenan al alcornoque para toda su vida. Nuestra responsabilidad es asegurar un patrimonio de árboles fuertes, rectos y productivos para las próximas generaciones”, concluyó.