SEVILLA, 25 de noviembre. Un equipo de investigadores internacional, dirigido por los destacados científicos Carlos Neto, del Naturtejo Geopark; Fernando Muñiz, de la Universidad de Sevilla; Luis Cáceres, de la Universidad de Huelva; y José María Galán, del Espacio Natural Doñana, ha hecho un descubrimiento paleontológico de gran relevancia en el yacimiento conocido como la 'Superficie Pisoteada de Matalascañas' (MTS). Este hallazgo incluye las primeras huellas fosilizadas de flamencos en Europa, las cuales se sitúan en una antigüedad de aproximadamente 150,000 años, fechándose en el final del Pleistoceno Medio.

Según un comunicado emitido por la Universidad de Sevilla, el trabajo de este equipo ha sido ininterrumpido desde el inicio de las labores de investigación en el yacimiento en 2020, consolidándose como uno de los más importantes en el ámbito paleontológico de Andalucía. Los avances que han surgido de esta labor subrayan la relevancia del lugar tanto en la paleontología como en la historia evolutiva del continente europeo.

Entre los descubrimientos más significativos se incluye no solo la aparición de las huellas de flamenco, sino también huellas de neandertales que evidencian la coexistencia con diversas especies fauna como los elefantes de colmillo recto, los uros, lobos, jabalíes y ánades, entre otros. Este rico registro de vida revela detalles cruciales sobre el ecosistema que rodeaba a los neandertales en su época.

En un trabajo publicado en 2023 en la revista internacional Quaternary Science Reviews, el equipo logró establecer una datación precisa del yacimiento, situando su antigüedad en 150,000 años, cuando los neandertales eran la única especie humana que habitaba Europa. Esta datación fue realizada en el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, ubicado en Burgos, y complementa información estratigráfica previamente obtenida en 2005 por investigadores del CSIC en el acantilado de El Asperillo.

Durante el análisis de las huellas, los científicos identificaron características distintivas que sugieren su atribución a flamencos. Se observó la forma de las membranas interdigitales, una estructura ligeramente asimétrica, y las marcas que indican que el dedo central era más largo que los laterales, lo cual refuerza la hipótesis de que se trata precisamente de estas aves, tan características de los humedales costeros.

Variedades de flamencos, en su forma actual, poseen fósiles que datan del Oligoceno, hace aproximadamente 30 millones de años. Las formas más primitivas se remontan al Eoceno medio, es decir, hace unos 50 millones de años. A nivel global, el registro de huellas más antiguo data de hace 25 millones de años y fue descubierto en el noroeste de Argentina. Las huellas en Matalascañas son, en contraste, relativamente recientes, de hace 150,000 años.

Se reconoce que los flamencos requieren hábitats específicos, que generalmente incluyen humedales costeros someros, marismas y lagunas. La región de Doñana en particular se presenta como un lugar ideal para su observación. No obstante, los flamencos también pueden adaptarse a entornos extremos, tolerando niveles de salinidad que duplican la del agua de mar y pH considerablemente altos, gracias a su capacidad para sobrevivir en condiciones que serían letales para la mayoría de los otros vertebrados.

El descubrimiento de estas huellas fósiles de flamencos en la Península Ibérica, específicamente en la playa de Matalascañas, representa un avance notable en la comprensión del ecosistema de la región durante la época en la que los neandertales eran los únicos seres humanos que frecuentaban las costas andaluzas. Este hallazgo refuerza no solo el valor científico de la investigación, sino también el patrimonio cultural y natural que debemos preservar para las futuras generaciones.