
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha señalado que el gobierno estaría dispuesto a trabajar con la Junta de Andalucía en relación al entorno de Doñana, solo si se retira la proposición de ley de regadíos que está siendo tramitada por el Parlamento Andaluz. Ribera precisó que una vez que exista un marco legal compatible con el derecho europeo, estaría dispuesta a discutir cualquier cuestión, sin embargo, subrayó que no negocian ilegalidades.
Para Ribera, el presidente Moreno Bonilla debería haberse pronunciado en contra del plan hidrológico del Guadalquivir, que es donde se establecen los volúmenes de agua de superficie que podrían provenir de distintas fuentes para satisfacer la necesidad de reducir la presión de los regadíos y los consumos legales. La vicepresidenta recordó que el gobierno se encontró con esta proposición al margen de cualquier requerimiento que exija una sentencia penal a España.
Ribera también ha expresado su preocupación por la sequía recurrente y la fragilidad del espacio que custodia la Junta en Doñana. También promovió la colaboración entre todas las administraciones involucradas en la zona de influencia del parque, incluyendo su voluntad de trabajar con la Junta de Andalucía una vez que se retire la proposición de ley de regadíos, la cual, según ella, está generando un grave daño a la imagen de España y a sus agricultores.
La ministra ha insistido en que se está dispuesta a trabajar con la Junta de Andalucía, siempre y cuando se descarte la proposición de ley de regadíos para que no haya duda con respecto a la Comisión Europea, la UNESCO y la opinión pública de los españoles. De esta manera, tan pronto como se retire esta proposición, se podría comenzar a trabajar conjuntamente.
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