El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció su plan para aumentar los impuestos a las empresas y a los estadounidenses más adinerados como parte de su propuesta de infraestructura de 2 billones de dólares. Según Biden, esta medida es necesaria para financiar proyectos de infraestructura y crear empleos en el país.

Los republicanos han criticado duramente el plan de Biden, argumentando que los aumentos de impuestos dañarán la economía y afectarán negativamente a las empresas y a los trabajadores. Muchos conservadores creen que la carga impositiva ya es demasiado alta y que aumentar los impuestos solo perjudicará a la clase media y a las pequeñas empresas.

Los demócratas, por otro lado, defienden el plan de Biden como una forma de aumentar la equidad fiscal y asegurar que los más ricos contribuyan de manera justa al país. Según los defensores del plan, los impuestos más altos para las grandes corporaciones y los individuos de altos ingresos ayudarán a reducir la desigualdad económica y a financiar proyectos de infraestructura tan necesarios en Estados Unidos.