SEVILLA, 17 de octubre. Un grupo significativo de familiares y amigos de una joven de 14 años que lamentablemente se ha arrojado desde un balcón en Sevilla ha llevado a cabo una emotiva concentración. Este acto se llevó a cabo en una plaza próxima a la residencia de la adolescente y tuvo lugar el pasado viernes, donde los presentes rindieron homenaje a la menor y denunciaron el presunto acoso escolar que se habría producido en el colegio Irlandesas Loreto.

La reunión contó con la presencia de la madre, el hermano y el abuelo de la joven, así como numerosos vecinos y conocidos que acudieron para mostrar su apoyo. La madre, con gran tristeza visible, eligió llevar la camiseta del equipo de fútbol en el que jugaba su hija, simbolizando así su recuerdo y su amor.

A los pies de un altar improvisado, adornado con flores y velas en memoria de la víctima, los asistentes expresaron su profunda indignación ante los hechos acontecidos. Una mujer presente en el acto denunció la falta de atención del colegio: “El centro decía que había problemas familiares, pero eso no era cierto. No hicieron caso a las advertencias. Prometieron que monitorearían a la niña, pero eso resultó ser una mentira”, afirmó.

Algunos miembros de la familia, además de brindar su respaldo a los padres, pusieron de manifiesto una triste realidad: “Es inaceptable que los niños que sufren estas circunstancias sean quienes deban abandonar el colegio, en vez de aquellos que deberían ser responsables”.

El ambiente durante la concentración estuvo marcado por la emoción y la tensión, con vecinos denunciando que el colegio "no está preparado para gestionar el acoso escolar". Una vecina, identificada como Teresa, explicó que este problema afecta a muchos niños en la institución. “Cuando se fijan en una chica, van a por ella sin compasión. Hay numerosos casos de bullying en este colegio”, subrayó, recordando que su propia hija y sobrinas también fueron víctimas de esta problemática.

Isaac Villar, el tío de la menor, declaró a Canal Sur TV que, en su opinión, ha habido fallos importantes en el protocolo de actuación del centro educativo. Añadió que la familia no dudará en iniciar acciones legales para buscar justicia. “Mi hermana lleva un año intentando que el colegio tome medidas. No se ha hecho nada en absoluto”, concluyó con evidente indignación.

Por último, los muros del colegio aparecieron cubiertos con grafitis que exigían “Justicia” y recordaban que “No queremos que se olvide”, junto a mensajes cargados de reproche como “Culpables” y “Asesinos”.