SEVILLA, 22 de noviembre.

En un nuevo capítulo de las tensiones entre los sindicatos y el gobierno andaluz, organizaciones como CCOO, CSIF, SATSE y UGT han llevado a cabo una manifestación este viernes, destacando la alarmante situación que enfrenta el sistema sanitario en Andalucía. Según los representantes sindicales, la administración regional está experimentando un "peligroso bloqueo" que no solo afecta la operatividad del sistema, sino que también incide negativamente en las condiciones laborales de los profesionales del sector.

Las movilizaciones, que han tenido lugar en las delegaciones de salud de las ocho capitales provinciales, contaron con una amplia participación, con cientos de trabajadores uniéndose a esta expresión de descontento. En la nota de prensa emitida por los sindicatos, estos volvieron a recordar a Rocío Hernández, la consejera de Salud y Consumo, los compromisos que la Junta de Andalucía firmó más de un año atrás, relacionados con la urgentísima mejora de la Atención Primaria en la región y la creación de un nuevo marco laboral para el desarrollo profesional de los trabajadores sanitarios.

En un tono crítico, los sindicatos expresaron "una enorme paradoja": a pesar de los pactos alcanzados, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) mantiene en su sitio web que dicho acuerdo priorizó el "valor principal de la organización sanitaria", asegurando que todos los profesionales estaban en igualdad de condiciones para beneficiarse de mejoras en la atención. Este mensaje, según los sindicatos, se contradice con la realidad que viven, donde las reivindicaciones y necesidades del personal continúan sin respuesta.

El discurso de los sindicatos resuena con ironía, dado que en el mismo canal de comunicación el SAS afirma que el modelo de carrera profesional, tan esperado por los empleados, había estado "aparacado" hasta que la actual administración decidió revalorizarlo. Esto ha llevado a los sindicatos a mostrar su "perplejidad" ante lo que consideran un desmarque de la consejera, quien ahora parece renegar de un acuerdo que antes se presentó como "histórico", en medio de disputas internas que ponen en riesgo la sostenibilidad de la sanidad pública, cuya situación se deteriora cada día más.

Además, los sindicatos no han dejado de señalar los serios problemas que continúan afectando al sector: la falta de comunicación efectiva, los despidos de personal temporal en el SAS, un recorte reciente del 12,75% en el Complemento al Rendimiento Profesional (CRP), el estancamiento de la bolsa de empleo y el incumplimiento de los acuerdos alcanzados son temas que mantienen la preocupación latente entre los trabajadores sanitarios.

Las protestas no son una novedad; ya en mayo se habían convocado manifestaciones en todas las provincias andaluzas, seguidas de una acción conjunta en Sevilla el 16 de junio. Sin embargo, la inacción por parte de la administración tras estas movilizaciones culminó en una huelga parcial el 26 de junio, y el pasado octubre, los sindicatos decidieron reanudar las concentraciones en un intento por forzar un cambio en la actitud gubernamental. Este viernes, los representantes sindicales dejaron claro que no cesarán en sus exigencias hasta que haya un avance concreto en la gestión de la sanidad pública.

Finalmente, a pesar de la creciente tensión, los sindicatos han aseverado que "su mano continúa tendida" para mantener un diálogo constructivo con la administración, y enfatizan que la crisis en la sanidad en Andalucía no puede esperar. La situación, advierten, es cada vez más apremiante y requiere una respuesta inmediata y eficaz por parte del gobierno regional.