SEVILLA, 1 de septiembre.

En una jornada marcada por la preparación electoral, Fernando López Gil, secretario de Comunicación Política y Formación del PSOE-A, ha revelado que el partido ha puesto en marcha su organización en un "modo de campaña" para afrontar las elecciones andaluzas de 2026. La candidatura estará liderada por María Jesús Montero, quien, de acuerdo con López Gil, debe continuar en sus roles de vicepresidenta primera y ministra de Hacienda hasta que se convoquen los comicios.

Durante una conferencia en Sevilla, López Gil subrayó que esta activación no responde a las estrategias temporales del presidente de la Junta, Juanma Moreno (PP-A), sino a la firme creencia de que los andaluces anhelan un cambio real en la gestión de su comunidad, que incluya una transformación integral.

El representante socialista hizo hincapié en la frustración de los ciudadanos ante el deterioro de los servicios públicos, no únicamente en el área de sanidad, sino también en educación, justicia y emergencias, señalando una falta de atención que ha trascendido diversas áreas.

Los andaluces se sienten atrapados en una administración que parece rezagada, funcionando con soluciones improvisadas y añorando un sistema moderno que responda a las exigencias actuales. Esta percepción surge de un contraste entre su vida cotidiana y la operativa de la Junta, que, según López Gil, parece anclada en el siglo pasado.

Esto implica la necesidad de realizar cambios normativos en Andalucía que respondan a nuevas realidades en sectores como energía, turismo y economía, además de modernizar la planificación y los servicios públicos.

López Gil proyecta que el papel del PSOE-A será crucial en la próxima contienda electoral, ya que, por la atención que reciben de sus oponentes, parece que el foco del debate será en el partido socialista más que en el propio gobierno de Moreno.

Señaló que María Jesús Montero, quien ha estado trabajando arduamente durante el verano en la dirección de la campaña, jugará un papel protagónico, ya que se está formulando un proyecto de cambio que resuene con las aspiraciones andaluzas.

A pesar de entrar en "modo de campaña," el PSOE-A no comenzará inmediatamente a solicitar votos, sino que se enfocará en presentar a la ciudadanía su visión para el futuro de Andalucía.

Al hablar sobre las directrices marcadas por Montero, López Gil indicó que la campaña se centrará en detallar el plan de transformación social que el PSOE-A representa, en vez de criticar directamente la inacción de la administración actual.

El objetivo del partido es ilustrar a los ciudadanos sobre cómo se visualizaría una Andalucía renovada, incluyendo mejoras en servicios esenciales como sanidad, educación y justicia. Este esfuerzo se materializa en múltiples iniciativas que se llevarán a cabo en el tiempo, antes de las elecciones.

Además, López Gil consideró que es imperativo que el partido disponga de tiempo suficiente para comunicar su propuesta transformadora, y para ello contemplan una campaña de movilización y diálogo con sectores clave de la sociedad andaluza.

En cuanto a la doble función de Montero como candidata y ministra, López Gil argumentó que esta combinación es favorable para los socialistas, ya que contar con una figura de primer nivel en el Gobierno es una ventaja determinante para Andalucía y refuerza al PSOE-A.

Señaló la influencia positiva que Montero ha tenido en su labor institucional y en la construcción de alianzas, subrayando que sus rivales políticos se centran en menospreciar su papel ante la ausencia de propuestas concretas propias.

En este contexto, López Gil enfatizó que más que perjudicial, la doble función de Montero es un activo fundamental para el desarrollo de Andalucía, señalando que las decisiones que se tomen a nivel nacional a menudo benefician directamente a la comunidad.

En conclusión, para el PSOE-A es primordial que María Jesús Montero continúe uniendo sus funciones en el Gobierno y como líder de campaña, al considerar que su liderazgo es compatible y esencial para el futuro de Andalucía.