
SEVILLA, 22 de junio. Andalucía se erige como un referente en la calidad alimentaria con cinco denominaciones de origen reconocidas a nivel europeo que garantizan productos marinos de excelencia. En este contexto, el Gobierno andaluz ha resaltado la reciente inclusión del 'Pulpo Seco de Adra' en el registro de la Unión Europea, tras la publicación de la orden correspondiente en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE). Esta distinción, que entra en vigor oficialmente veinte días después de su anuncio, subraya el compromiso de Bruselas con la calidad de los productos abderitanos.
En un comunicado, la Junta de Andalucía ha informado que la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural ha respaldado al sector pesquero en la obtención de esta nueva Especialidad Tradicional Garantizada (ETG), la cual resalta la importancia de un alimento tradicional que forma parte del patrimonio gastronómico de Almería. Con esta incorporación, ya son once los productos que cuentan con denominaciones de calidad en esta provincia.
Además del 'Pulpo Seco de Adra', la región puede presumir de contar con varias Indicaciones Geográficas Protegidas como los jamones curados ('Jamón de Serón'), y una variedad de vinos ('Desierto de Almería', 'Láujar-Alpujarra', 'Norte de Almería', 'Ribera del Andarax' y 'Sierra de las Estancias y Los Filabres'). También se incluyen hortalizas como el 'Tomate La Cañada', productos pesqueros ('Caballa de Andalucía' y 'Melva de Andalucía') y carne de 'Cordero segureño'. Este último se produce en las regiones de Almería, Granada y Jaén, mientras que las conservas abarcan todo el litoral andaluz.
A nivel regional, Andalucía destaca por elaborar alimentos que suman 66 menciones de calidad en el registro comunitario, lo que representa cerca del 17% de las 390 denominaciones agroalimentarias reconocidas en toda España, según datos del Gobierno andaluz.
La Junta también ha subrayado que el 'Pulpo Seco de Adra' se elabora siguiendo una receta tradicional que otorga al pulpo de roca características únicas. Este producto se distingue por su color rosado-granate, un aroma y sabor marítimos intensos, y una textura suave y jugosa con gran elasticidad.
El proceso de elaboración inicia con el enjuagado de los pulpos frescos en agua de mar o una salmuera con un 3% de sal. A continuación, se limpian las piezas y se cortan las patas de manera individual. Luego, estos pulpos se congelan a -38ºC durante al menos dos horas, para ser transferidos posteriormente a una cámara de congelación entre -18 y -20ºC durante un mínimo de siete días, lo que asegura que se rompan todas las fibras.
La descongelación se lleva a cabo en un refrigerador durante al menos 24 horas. Una vez descongelado, cada pata se sumerge en salmuera con sal marina por un lapso mínimo de 15 minutos. Posteriormente, se colocan en un dispositivo que permite el secado del alimento, evitando el contacto con el entorno gracias a su diseño con ganchos.
Finalmente, para eliminar la humedad, el pulpo se traslada a un secadero donde circula aire marino enriquecido en sal. Tras este proceso, las patas se envasan al vacío y se refrigeran o congelan para su comercialización posterior.
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