La Policía Nacional ha desarticulado una peligrosa organización criminal conocida como 'La banda de Álex el ruso' que operaba en el Poniente almeriense y se dedicaba al tráfico de drogas, entre otros delitos. La detención de ocho personas se produjo tras la denuncia de un hombre que aseguró haber sido secuestrado y torturado por los miembros de la organización a finales del año pasado. Cinco de los detenidos ingresaron en prisión.

La organización utilizaba una estructura piramidal que asignaba diferentes funciones a sus integrantes. Además de traficar con drogas, también se dedicaban a ajustes de cuentas, extorsiones y robos de drogas a otros narcotraficantes.

Los hechos se iniciaron con el secuestro de un hombre que fue llevado a punta de pistola a una finca en el Poniente almeriense, donde aseguró haber sido torturado durante horas. Los captores le exigieron el pago de 50.000 euros o la entrega de dos fardos de hachís para su liberación. Finalmente, la víctima accedió a pagar, pero los secuestradores le obligaron a que les condujera a su domicilio y les señalara a los miembros de su familia. A pesar de haber cumplido con el pago de las diferentes cantidades en efectivo exigidas por los miembros de la banda, éstos no habían dejado de hostigarle. Incluso llegaron a colocar en su vehículo un dispositivo de seguimiento GPS para tenerlo controlado. La víctima, movida por los excesos sufridos, decidió denunciar.

Los investigadores comprobaron la veracidad de los datos aportados por la víctima y lograron identificar a cada uno de los integrantes de la organización, así como su posición jerárquica dentro de la estructura. El líder de la organización era un hombre de nacionalidad rusa y 40 años de edad. Sus dos lugartenientes eran uno de nacionalidad lituana y otro de nacionalidad española. Debajo en el escalafón se encontraron miembros de la organización de diferente procedencia como norteamericana, rusa, marroquí y española.

La policía contó con la autorización judicial necesaria para llevar a cabo la entrada y registro en cuatro domicilios ubicados entre Roquetas de Mar y El Ejido, donde se practicaron las detenciones. Los arrestados se enfrentan a diversos cargos por secuestro, tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal, lesiones, robo con violencia, extorsión, delito contra la intimidad y tenencia ilícita de armas.

La investigación llevada a cabo en el marco de la operación 'Iblis' ha permitido la incautación de 38.585 euros, cinco armas blancas de grandes dimensiones, un táser, 350 gramos de hachís, 25 de cocaína y cinco de cristal, 180 pastillas de éxtasis, una significativa cantidad de anabolizantes, tres vehículos de alta gama, un dispositivo de seguimiento GPS, un inhibidor de frecuencias y distintos útiles usados en la actividad criminal de la banda.

La operación ha sido dirigida y coordinada por el Juzgado de Instrucción número 3 y la Fiscalía Especial Antidroga, ambos de Almería, y ha contado con la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) y la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Almería, así como con la colaboración de los Grupos de Operaciones Especiales (GOE) de Málaga y Sevilla, la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de Almería y la Unidad de Guías Caninos de Madrid.