El 17 de julio, la Policía Nacional llevó a cabo una importante operación en Puerto Real, Cádiz, donde se incautaron más de 350 kilos de hachís en una acción coordinada contra el narcotráfico. La intervención se originó tras la detección de un alijo en el caño de Sancti Petri, en el municipio de San Fernando, lo que permitió a las fuerzas del orden establecer un seguimiento de la droga y de los sus posibles responsables. Hasta el momento, se ha arrestado a tres individuos que estarían relacionados con esta actividad ilícita, aunque las pesquisas continúan, ya que se han identificado a cinco personas adicionales como posibles implicados en la red de narcotráfico.

Los acontecimientos se remontan al 22 de junio, cuando una unidad de la Policía Nacional detectó a varios individuos en la zona de la Magdalena en San Fernando, quienes parecían desempeñar funciones de vigilancia. Ante la sospecha de que podría producirse un alijo, se decidió activar un operativo de seguimiento. Casi a la medianoche, los agentes vieron cómo una furgoneta se acercaba a una de las márgenes del caño de Sancti Petri, donde una pequeña embarcación estaba en movimiento.

Luego de realizar la descarga del cargamento, la furgoneta se marchó del lugar con las luces apagadas, escoltada por un vehículo que hacía las veces de lanzadera y seguida por otra furgoneta que cerraba la comitiva. Manteniendo su ubicación, la Policía inició una persecución que condujo a los vehículos hasta la zona del hospital de Puerto Real.

En este punto, uno de los vehículos tomó un camino rural y se dirigió a una finca oculta, donde los agentes observaron cómo se realizaba el trasvase de fardos de hachís hacia el interior de una vivienda. Tras identificar la situación, la Policía intentó detener los vehículos con señales acústicas y luminosas. Sin embargo, un coche que estaba actuando como medida de seguridad embistió a un vehículo policial y logró escapar rápidamente, aunque el conductor fue plenamente identificado por las autoridades. Los otros involucrados huyeron a pie saltando el muro de la finca.

Los agentes finalmente lograron acceder a la propiedad, donde encontraron una furgoneta con un fardo en su interior, otro en el suelo y varios más apilados en la sala de la vivienda. En total, se incautaron de 11 fardos que sumaban más de 350 kilos de hachís, además de una motocicleta, una furgoneta que había sido robada en 2021 en Madrid, documentos, un teléfono móvil y un ordenador portátil.

Gracias a las diligencias realizadas, la Policía ha logrado identificar a cinco personas supuestamente relacionadas con estos delitos, incluyendo tráfico de drogas y pertenencia a una organización criminal. Hasta la fecha, se han llevado a cabo tres detenciones, y las investigaciones siguen abiertas, con todas las pruebas puestas a disposición de la autoridad judicial para seguir avanzando en este caso de narcotráfico.