GRANADA, 24 de julio.

En un acto de desesperación y buscando proteger a su hermano, el hijo mayor de Juana Rivas, de 19 años, ha dirigido una carta a las autoridades competentes de España, instando a que se evite la entrega de su hermano menor, de apenas 11 años, al padre, Francesco Arcuri, quien posee la custodia según un fallo judicial que debe ejecutarse este viernes. Esta resolución proviene de los tribunales italianos y se basa en una serie de antecedentes legales complejos.

En su comunicación, a la que ha tenido acceso Europa Press, el joven recuerda el angustiante verano de 2017, momento en el que él y su hermano fueron entregados a Arcuri después de que su madre, Juana Rivas, permaneciera en paradero desconocido con ellos durante un mes. A pesar de que la madre fue condenada inicialmente a cinco años de prisión por estos hechos, la pena fue posteriormente rebajada por el Tribunal Supremo, que reconoció que solo había cometido un único delito de sustracción de menores.

La condena se ajustó a dos años y medio tras el análisis de los hechos, y posteriormente, un indulto del Gobierno logró reducir la pena a un año y tres meses, además de modificar la inhabilitación que le impedía ejercer la patria potestad, convirtiéndola en 180 días de trabajos comunitarios.

En su carta reciente, el hijo mayor, que ahora reside en España, expresa su frustración por no haber sido escuchado ni defendido cuando ello era necesario. Describe su entrega a Arcuri como el origen de lo que califica de “cinco años de abuso y maltrato” hasta alcanzar la mayoría de edad.

Desde que cumplió 18 años, ha estado luchando en los tribunales por la seguridad y bienestar de su hermano menor, mientras revela que su padre enfrenta un juicio en Italia por denuncias de malos tratos. Según indica, la situación es crítica y confía en que el sistema judicial italiano actúe en base a las pruebas presentadas por la Fiscalía, programadas para ser examinadas en una vista el próximo 18 de septiembre.

Con la entrega del hermano menor inminente, el joven hace un llamado a las autoridades para que no se repita lo que él vivió hace ocho años, solicitando que se tomen medidas para evitar que su hermano sea entregado a su padre como estaba estipulado, afirmando que su mayor deseo es resguardar su bienestar y su dignidad.