La Junta destina 55 millones en ayudas a explotaciones andaluzas golpeadas por sequías y desastres naturales.

SEVILLA, 21 de mayo. Este miércoles, el Consejo de Gobierno andaluz ha ratificado las bases que regulan la entrega de tres paquetes de ayudas dirigidas a agricultores y ganaderos que han sufrido gravemente los efectos de desastres naturales, tales como sequías y fenómenos climáticos extremos ocurridos a finales de 2024 y principios de 2025. Estas asistencias se presentan como una medida excepcional y temporal dentro de la ‘Medida 23’ del Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Andalucía correspondiente al periodo 2014-2022.
La Junta de Andalucía ha dispuesto un total de 55 millones de euros como apoyo financiero para profesionales del sector agrario de la región. Esta cantidad se compone de 17,3 millones en ayudas directas y 37,7 millones en subvenciones de concurrencia competitiva, todo ello financiado por el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (Feader), según se detalla en un comunicado oficial emitido por la Junta.
En cuanto a las ayudas para mitigar los daños ocasionados por las DANA que se produjeron en los meses de octubre y noviembre de 2024, sumadas a las tormentas invernales de febrero y marzo de 2025, se destinarán 37,7 millones de euros. Estas ayudas serán otorgadas a aquellos propietarios de explotaciones agrícolas que hayan visto mermado su potencial productivo en al menos un 30% por estos desastres meteorológicos.
Las fincas de invernaderos fueron las más golpeadas por las intensas lluvias de finales de 2024, aunque igualmente se registraron afectaciones en otros tipos de explotaciones y vías rurales en las provincias de Almería, Cádiz, Granada, Jaén, Málaga y Sevilla. Por otro lado, el fenómeno del “tren de borrascas” de 2025 provocó desbordamientos que causaron inundaciones, impactando de manera grave en los cultivos de diversas localidades andaluzas.
Además, se han contemplado subvenciones por un total de 7,2 millones de euros para combatir el impacto del serotipo 3 de la lengua azul, que apareció en Andalucía en septiembre de 2024. En este escenario, los ganaderos que manejen rebaños ovinos y que hayan experimentado una reducción del 30% o más en su producción son los beneficiarios de estas ayudas directas.
Las explotaciones ganaderas afectadas han enfrentado pérdidas económicas relevantes, tanto por la elevada mortalidad de los animales como por la dificultad para reponer el ganado. A estos fondos europeos se suman más de 1,3 millones de euros que la Junta de Andalucía ya había invertido el año pasado para adquirir urgentemente 970.000 dosis de vacunas con el fin de controlar esta enfermedad.
Por último, se ha establecido una línea de ayudas para contrarrestar los efectos de la sequía de 2024, con un total de 10,1 millones de euros a ser distribuidos como ayudas directas a propietarios de explotaciones localizadas en zonas que sufrieron una escasez notable de precipitaciones y que pertenecen a sectores específicos descritos en la normativa vigente sobre las subvenciones.
Las lluvias del año anterior en Andalucía han estado muy por debajo de la media histórica, afectando de forma significativa a los cultivos y ganados de la comunidad autónoma. Este clima adverso ha llevado a muchos productores a vivir situaciones críticas, tras ya haber soportado el peso de la sequía en las dos campañas anteriores.
El propósito fundamental de estas ayudas, articuladas por la Junta de Andalucía mediante la ‘Medida 23’ del PDR, es proporcionar apoyo a los productores para que puedan superar problemas de liquidez que amenazan la viabilidad de sus actividades agrícolas, ganaderas y forestales.
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