Crónica Andalucía.

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Las ventas de flores en Andalucía se recuperan gracias a la Semana Santa ante la sequía.

Las ventas de flores en Andalucía se recuperan gracias a la Semana Santa ante la sequía.

El responsable del sector de la flor cortada en COAG-Andalucía, Luis Manuel Rivera, ha expresado su preocupación por la sequía y los recientes cortes de agua anunciados por la Junta en el sector. A pesar de esto, Rivera mencionó que los productores han logrado vender en gran parte la producción de flores prevista para la Semana Santa de este año.

En una entrevista con Europa Press, Rivera advirtió que el problema se intensificará a partir de ahora debido a los cortes anunciados por el Gobierno autonómico, especialmente en la costa noroeste de Cádiz, una de las zonas principales de producción de flor cortada en Andalucía. La falta de agua ya afectó la producción el año pasado en el Bajo Guadalquivir, donde ahora han tenido que reducir la siembra de flores por la escasez de agua.

Rivera aseguró que la escasez de agua no ha tenido un gran impacto en la producción para la Semana Santa, aunque reconoció que no cuenta con datos concretos al respecto. Esta campaña es una de las más importantes anualmente para el sector de la flor cortada en Andalucía, representando un 15% de su facturación anual, según Rivera.

El líder agrario criticó los cortes de agua anunciados por la Junta en decretos recientes. Señaló que la cantidad disponible para el riego se redujo de 2.500 metros cúbicos en los últimos meses a 800 metros cúbicos por hectárea, lo cual ha sorprendido a los agricultores y ha creado incertidumbre en el sector, según Rivera.

Rivera instó al Ayuntamiento de Chipiona, un punto estratégico para el sector, a acelerar los trámites para que los regantes de la zona puedan utilizar agua de una depuradora, lo cual podría ser vital para los productores en el presente y en el futuro.

El responsable agrario resaltó la disminución de la superficie dedicada a la flor cortada en la costa noroeste de Cádiz, que pasó de 450 hectáreas antes de la pandemia a 200-250 hectáreas en la actualidad. Esta reducción se originó con la pandemia de la Covid-19, seguida por la guerra de Ucrania y el aumento de los costes de producción, y ahora se ve agravada por la sequía que afecta al sector y a todos los cultivos.